AVISO IMPORTANTE

ESTE BLOG YA NO ESTÁ ACTIVO.

El autor tiene un nuevo blog en

http://fairandfoul.wordpress.com

28/9/10

Erasmus en Estambul (20)

Ayer me acosté más temprano que nunca desde que estoy aquí (a las diez y media estaba ya en la cama) y me he levantado tempranito con la intención de poder resolver mis trámites Erasmus antes de las clases. Sabiendo que las colas aquí parecen frecuentes, he llegado a la Facultad 3 horas antes de mi clase con la intención de: 1) ir a la Oficina Erasmus y que me firmasen mi certificado de llegada; 2) pagar en el banco las 75TL que, en principio, corresponden a los trámites de secretaría y tal.
Sin embargo, al llegar, me he encontrado con que: 1) la Oficina Erasmus estaba vacía y me han atendido en cuanto he llegado; 2) me han dicho allí que no tengo que pagar nada de nada. Resultado: dos horas y pico libres en las que no he hecho nada excepto leer y pelearme con el servicio informático de petición de cita para solicitar el permiso de residencia.

Después he tenido mi clase de Historia de Francia. Somos poquitos, vamos a tener que trabajar bastante y el temario es interesante aunque no trata lo que yo pensaba (veremos historia social y no tanto política).
Y luego... Oriente Medio en la política mundial. Yo creo que existe alguien o algo que está empeñado en que yo no pueda cursar esa asignatura... Resulta que tenemos un aula con espacio para 25 alumnos. Somos 60. Solución del profesor: enviar a su asistente a la Secretaría para que hagan ahora mismo una "purga" y reduzca el número de matriculados a la mitad. Sugiere una alumna: "¿Y si buscamos otro aula?" Responde el fulano: "Esa es una solución inteligente pero poco probable; no creo que haya aulas del suficiente tamaño libres a esta hora". Totás, que además de que el tío parece duro, exigente y excesivamente narcisista, tampoco le gusta demasiado la idea de dar clase a tantos alumnos y prefiere que nos matemos un poquito más entre nosotros para "depurar" el grupo.
De todas formas, he de decir que yo ya he asumido que me niego a seguirle la corriente. Si me pega la patada, me busco a otro y punto.

Ahora bien, no me resisto a compartir con vosotros algo que he descubierto hoy y que, con un poco de mala leche, puede ser considerado muy muy muy gracioso... La asociación de estudiantes feministas de mi Universidad se llama... BÜKAK (?!). Las siglas no sé qué significan (espero averiguarlo), pero la fácil connotación sexual del resultado es harto evidente (y desafortunada, claro).

El momento musical de hoy, un poco por recalcar mi estoicismo en relación con lo que puede pasar con mis asignaturas matriculadas (visto lo visto...), es cortesía de Leonard Cohen y el Maestro Sho Hai; dos formas, complementarias, de decir las cosas claras:




No hay comentarios: