Temmuzde

Pues sí, pongo el título en turco porque yo lo valgo. ¿Y qué os voy a contar? Pues poca cosa aparte de un resumen de lo que ha sucedido en lo que va de verano (que no es mucho) y un breve anticipo de lo que queda por venir (que será más).
Con todos los exámenes superados y unas notas más que aceptables, mi propósito es dedicar Julio (Temmuz en turco) a una combinación entre descanso y las siguientes actividades:
1) Leer un tochazo sobre la relación entre Kant y la biología.
2) Leer Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano (para compensar el tostón).
3) Intentar traducir algo de turco para no perder práctica.
4) Jugar al Prototype para dar rienda suelta a mis pasiones más oscuras.

Eso en Julio. En Agosto, por una cuestión de pura chiripa, voy de viaje a Turquía con 10 días de gastos pagados por cuenta del Ministerio de Turismo turco; no me preguntéis por qué, pues ni yo mismo sé qué carajo he hecho para merecer semejante premiazo. En cualquier caso, a caballo regalado...
El viaje, por lo que sé de momento, me permitirá hacer turismo de pijo en Istanbul (la capital oficiosa del país), Antalya (sitio de veraneo, playero, menos cutre que Benidorm) y Van (ciudad que está muy muy muy al Este, en la frontera con Irán). No sé quién me va a acompañar en el viaje, qué me van a pedir a cambio, ni si todo esto no será más que el producto de un error informático.
En cualquier caso, y ya que me pagan el viaje, lo que voy a hacer después es aprovechar y quedarme en Istanbul todo el mes. Ya que mi idea es vivir allí un añito de Erasmus (si no tengo la fortuna de que circunstancias profesionales me devuelvan a un lugar tan mágico), me ha parecido buena idea catar la experiencia de ser algo más que un turista viviendo en la ciudad un período de tiempo suficiente. Voy a compartir piso (estoy en busca y captura), a hablar en turkenglish las yirmi dört horas del día y, desde luego, voy a teneros todo el mes a base de fotografías cucas cucas para que al menos disfrutéis a distancia de las vistas.
Me gustaría haber dedicado tiempo a Honduras, al mamón de Berlusconi o a la fotografía de Obama mirándole el culo a otra tipa en la cumbre del G-8, pero aunque parezca mentira en vaciones termino teniendo menos tiempo para escribir que durante el curso.

No sé exactamente cuándo volveré a escribir, aunque siendo optimistas mi silencio sólo puede implicar buenas noticias; las malas siempre vuelan. Saludos a todos, estéis donde estéis a estas alturas, y buen verano.