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11/2/09

Intentando explicar la crisis (III)

RESUMEN DE LO ANTERIOR
Anteriormente, vista la crisis cosustancial del capitalismo y el partido que éste saca a los elementos extraeconómicos para garantizar su propia supervivencia, expuse cómo funcionó y por qué fracasó el acuerdo que podemos llamar "keynesiano". En esta ocasión daré las claves de comprensión del acuerdo neoliberal a través de lo que nuestro amigo Jessop llama el ECS (Estado Competitivo Schumpeteriano).

-III-
EL ECS Y LA CRISIS

1) ¿Qué es el ECS?
Si lo importante dentro del ENBK era que se veía el empleo y la inversión estatal en servicios públicos como algo positivo, ahora (en el Estado Competitivo Schumpeteriano, compañero de juergas de la economía neoliberal) la tesis defendida es la contraria: una prestación pública es siempre un gasto innecesario del Estado porque lo "beneficioso" es privatizar y mercantilizar para obtener más plusvalor.
Se flexibiliza el despido, se reducen las prestaciones sociales y la nación como territorio fundamental de articulación económica se disuelve. El Estado cede voluntariamente competencias a ámbitos supra y subnacionales y el objetivo no es, efectivamente, el "Bienestar" sino la "Competencia". Lo fundamental es que Castilla La Mancha compita con Madrid en la atracción de inversiones empresariales, y que España compita con Francia, y que la Unión Europea compita con EE.UU., y que la universidad española compita con la alemana y con la estadounidense. Todo ha sido siempre cuestión de competir en la tendencia del capitalismo al monopolio, pero antes se disimulaba y suavizaba, y en este período es desenfrenado.
Donde antes había producción fabril, ahora hay servicios. Donde había "formas materiales de riqueza" (con el patrón oro) ahora hay flujos de dinero internacional que se mueven a velocidades de vértigo y que funcionan únicamente porque hay confianza y sin garantías de que esa riqueza sea convertible en algo más que numeritos digitales.
En fin, todo lo que hemos vivido de forma escandalosa al menos durante los últimos 10 años (si no más) con el giro evidentemente neoliberal de una Unión Europea que se había mantenido más o menos keynesiana hasta la firma del Tratado de Maastricht. ¿Qué os voy a contar de esto que no sepáis?

2) Sobre la crisis actual
La crisis económica que vivimos hoy en día estalla con el tema de las hipotecas subprime en EE.UU. pero tiene un trasfondo mucho más oscuro y difícil que es el que hace que las cosas estén tan mal. El tema es que ha fallado absolutamente todo: la competitividad, la flexibilidad, las maravillosas tecnologías de la información que nos iban a dar a todos de comer... Todo eso funcionó de los 70 hasta acá, pero hasta Microsoft ha tenido que hacer ajustes de plantilla; nadie se libra de esto.
Ahora bien, ¿es esto un pequeño bache dentro de la dinámica neoliberal o es el propio esquema neoliberal el que se está rompiendo? Vamos a ver qué podemos clarificar del tema.
Un "bache" del neoliberalismo fue la crisis de las puntocom; hubo un período de inestabilidad y pérdidas, una reestructuración dentro del sector afectado y todo siguió con normalidad. Pero esto se parece más a la Crisis del Petróleo que a la de las puntocom, y más a la del 29 que a la del Petróleo.
"Tampoco es tan grave.", podrá decir alguno, "Habrá unos años malos, pero encontraremos la forma de salir del trance". Vale, pero con dos matices: a) Del trance de 1929 se salió con la Segunda Guerra Mundial; no creo que pudiéramos sobrevivir a la Tercera. b) Tanto en 1929 como en 1970 estaba más o menos claro cuál era la forma de salir de este asunto (en un caso producción fabril con aplicación radical del fordismo para producir mucho y barato; en otro, nuevas tecnologias, sector servicios y mucho morro), pero actualmente nadie tiene demasiado claro qué sector es ese.
Veamos eso con más detenimiento a través de las dos posiciones básicas que se barajan en el panorama político nacional e internacional:

(A) Neokeynesianismo. Desde luego de momento es lo único que se puede hacer. Es necesario que el Estado haga una inversión pública (una inversión de verdad, no "inyectar dinero en bolsa" para salvar las pocas pérdidas de los cuatro hijos de puta que se han llevado todos los beneficios) para cubrir la tasa de paro y poner en marcha, en la medida de lo posible, la economía. Ahora bien, no se puede pretender que el retorno al ENBK por dos motivos. Primero, porque eso llevaría demasiado tiempo y de lo que se trata es de que no sea necesaria una guerra para salir del agujero; segundo, porque, aunque se intentara, no tenemos que olvidar que el acuerdo neoliberal no fue más que la forma que encontró el capitalismo de salvar el desmoronamiento interno del ENBK. Esto significa que un retorno al ENBK no sólo supodría dar marcha atrás a procesos de globalización y desnacionalización de la economía y la política (cosa que parece imposible), sino que además en el mejor de los casos aguantaría unos cuantos años y se volvería a romper por sí mismo.

(B) Más neoliberalismo. Esto tiene, si cabe, más peligro y menos sentido todavía que lo anterior. La idea de estos sonaos es que lo mejor que se puede hacer es dejar que el mercado sanee y ahondar en esos procesos de flexibilización, competitividad, mercantilización y crecimiento abusivo porque es lo que toca. Tienen a su favor el argumento de que el keynesianismo ya falló (y tienen razón), tienen en contra que son esas mismas dinámicas las que han provocado la crisis y que eso sólo puede provocar una situación social más tensa. Hacer caso a estos dementes aceleraría bastante el proceso de descomposición y posiblemente nos llevaría a la guerra y a la autodestrucción (cosa de la que en ningún caso estamos completamente a salvo).

En realidad, lo que está en el fondo de la cuestión es que actualmente no hay un sector económico que se señale como salvador de la situación; y esto es lo que pone muy nerviosos tanto a los defensores del parche keynesiano que esperan ver la luz al final del túnel como a los neoliberales que no quieren perder sus posiciones de poder ni los pocos beneficios que puedan trincar. El tejido industrial en el primer mundo ha quedado tan absolutamente abandonado con el fortalecimiento del sector servicios que su recomposición es simplemente impensable cuando se trata de salvar una situación de emergencia como la que tenemos; por otra parte, las nuevas tecnologías eran precisamente el sector que había sostenido el arreglo económico hasta la crisis y también se están viendo seriamente afectadas (además todas ellas se fundamentan en dos materiales cada vez más escasos: coltán y plástico -es decir, petróleo refinado-. Esto pone de relevancia el serio problema de la sostenibilidad de aquello que tenga que salvar al sistema).
Sólo veo una solución que serviría de esperanza para ambos; ésta es resumible en la frase "limpiar el planeta puede ser un buen negocio". Coches híbridos, energías renovables y cosas similares pueden ser los únicos ámbitos con futuro económico pero no lo veo nada fácil: todo es, de momento, demasiado caro, demasiado incipiente y demasiado lento. De nuevo el tiempo apremia, y su marcha de momento no es la que neoliberales ni keynesianos podrían esperar (aunque habrá que estar atentos).

3) Conclusión de todo esto
El ECS es exactamente el funcionamiento político, social y económico que hemos vivido en el mundo desde los 70 para acá, y es ese funcionamiento el que está experimentando ahora una crisis gravísima que tiene a todo el mundo acojonado.
El miedo de todos a la crisis reside en el hecho de que absolutamente nadie sabe a qué puede agarrarse en un temporal fuerte, que viene para largo y del que parece no haber escapatoria: unos proponen seguir por la senda del peligro y otros volver para atrás hasta un punto que está demasiado lejos.
El gran problema es que nadie: ni PP ni PSOE, ni economistas ni periodistas, ni TVE1 ni la Sexta, ni EE.UU. ni China tiene la respuesta a este asunto porque la desorientación es total. Si cundiera el pánico, sería con toda la razón del mundo.

4) ¿Qué leer para completar este tostón?
De El futuro del Estado Capitalista, de Robert Jessop, el capítulo 3. Y, a partir de ahora, prensa y comentar el asunto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Puf, acabo de entrar y me encuentro con estas tres partes.. madre mía!
Prometo leerlas cuando tenga tiempo xD

A lo que venía, es que me acabo de encontrar http://www.adn.es/opinion/20080311/PGL-0001-rodera/ADNIMA20090211_3499.html esto y me he acordado de ti ^^ xD

Oruga Azul dijo...

Muy acertada la viñeta. Creo que a todo el mundo le ha pasado lo mismo con mis tres tochazos quijotescos; tal vez me he pasado...

Corpi dijo...

También las teoría económicas compiten unas con otras para ver cuál aplican los gobiernos.