Pasó desapercibida para mí la noticia que confirmaba de nuevo (y por si todavía quedaba algún cegado por la fe) que el Minigual (dicho en newspeak) no sirve para una puñetera mierda. Atención a la pose:
Pues resulta que ahora la que posa, y como si estuviera recién salida de un polvo salvaje, es Sáenz de Santamaría; pepona, mediotonta y repulsiva, aunque hay que reconocer que el fotógrafo ha estado cerca de hacer todo un milagro. Advierto que la imagen puede herir su sensibilidad:
2 comentarios:
Sí, hay que reconocerle al fotógrafo un gran mérito. Pero no me negarás, que a la de la fotografía no le pegarías un buen revolcón.
Pues lo niego en rotundo. La tiparraca esa es lo más parecido que he visto a un hamster en mi vida...
Publicar un comentario