Mi admirado Manuel García Viñó afirma, y espero no equivocarme, que La Revuelta de Andrés Bosch es la mejor novela escrita en España (o en lengua castellana, no lo recuerdo bien) en el siglo XX. Esa no la encontré, pero sí pude comprar Mata y calla, y por fin me la he leído.
Transcribo unos parrafitos, para vuestro deleite y para rellenar esto con algo que deje al margen los problemas personales que algunos conocéis:
Nuestro partido se basa, naturalmente, en la doctrina cristiana, debidamente limada de insensateces, y colada. En las elecciones, el JULIDEO [Justicia, Libertad, Democracia y Orden] arrambla con los votos que da gusto, lo que, en gran parte, se debe a que no tenemos manías y formamos coaliciones con todo dios, salvo con unos cuantos mal nacidos que pretenden destruir el edificio social cuya base inmutable somos nosotros. Y el edificio social, como bien es sabido, se basa en la buena administración de las tierras y las aguas, de las fiducias y la moral, de la industria y la cultura, todo lo cual es nuestro. Estas son las fuentes naturales del poder político porque Dios nos creó así.
Pero estos malnacidos de los que he hablado quieren quitarle la base al edificio social. ¿Y qué será del edificio social, si se le quita la base? Se caerá. Como fuente del poder político quieren poner el trabajo, lo que es lo mismo que comenzar un edificio por el tejado. ¿Por qué trabaja la gente? Para ganar dinero. ¿Y quién da dinero a los que trabajan? Nosotros. ¿Y si no estamos nosotros, quién les va a dar dinero? Nadie. Y no trabajarán.
Y quienes pretenden tal aberración los hemos declarado fuera de la ley, de lo que se deduce, en buena lógica, que no podemos aliarnos con forajidos. La policía, las cortes de justicia, los presidios y, en su caso, los verdugos, se encargan de defender el edificio social, al hacer cumplir la ley, y dar buena cuenta de quienes no la cumplen, entre ellos los cabrones del FARO [Frente Revolucionario Armado Obrero].
Espero que estos párrafos os convenzan de buscarla y leerla, porque es estupenda.
Transcribo unos parrafitos, para vuestro deleite y para rellenar esto con algo que deje al margen los problemas personales que algunos conocéis:
Nuestro partido se basa, naturalmente, en la doctrina cristiana, debidamente limada de insensateces, y colada. En las elecciones, el JULIDEO [Justicia, Libertad, Democracia y Orden] arrambla con los votos que da gusto, lo que, en gran parte, se debe a que no tenemos manías y formamos coaliciones con todo dios, salvo con unos cuantos mal nacidos que pretenden destruir el edificio social cuya base inmutable somos nosotros. Y el edificio social, como bien es sabido, se basa en la buena administración de las tierras y las aguas, de las fiducias y la moral, de la industria y la cultura, todo lo cual es nuestro. Estas son las fuentes naturales del poder político porque Dios nos creó así.
Pero estos malnacidos de los que he hablado quieren quitarle la base al edificio social. ¿Y qué será del edificio social, si se le quita la base? Se caerá. Como fuente del poder político quieren poner el trabajo, lo que es lo mismo que comenzar un edificio por el tejado. ¿Por qué trabaja la gente? Para ganar dinero. ¿Y quién da dinero a los que trabajan? Nosotros. ¿Y si no estamos nosotros, quién les va a dar dinero? Nadie. Y no trabajarán.
Y quienes pretenden tal aberración los hemos declarado fuera de la ley, de lo que se deduce, en buena lógica, que no podemos aliarnos con forajidos. La policía, las cortes de justicia, los presidios y, en su caso, los verdugos, se encargan de defender el edificio social, al hacer cumplir la ley, y dar buena cuenta de quienes no la cumplen, entre ellos los cabrones del FARO [Frente Revolucionario Armado Obrero].
Espero que estos párrafos os convenzan de buscarla y leerla, porque es estupenda.
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