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27/3/08

Horóscopos

Prepárense los lectores porque nos adentramos en el exotérico (neologismo fruto de la unión de las voces "exótico" y "esotérico"; es un dueto) mundo de los horóscopos. Tengo una idea un tanto deprimente del tiempo, ya que el presente es efímero, el futuro incierto y del pasado tenemos un recuerdo defectuoso, y ésta no es compatible con la idea del destino, así que en principio no me creo una mierda de lo que diga. Sin embargo, es dudoso hasta qué punto no hay una relación entre el momento en el que nacemos (hora, día, mes y año en las cartas astrales más sofisticadas) y determinados elementos de nuestras conductas; es dudoso también que no influya de ninguna forma en nosotros la fase en la que se encuentra la luna o en qué punto del cielo se halla determinado astro...
No me lo creo, insisito, al 100%, ni siquiera al 50%, pero sí al 20% porque de vez en cuando aciertan. Creo que el gran problema en esto es que cuando el astrólogo (el "serio", el que "se lo cree" hasta donde debe creérselo) mira, por ejemplo, el signo de Sagitario, no ve, como dice el horóscopo del 20 Minutos de hoy, que yo tengo un problema de pareja y que mis familiares me dan consejos, sino que ve, simplemente, "mal rollo amoroso" y se inventa la formulación. Compruebo ahora, también, que el horóscopo cambia a lo largo del día porque el de esta mañana era totalmente distinto; estos días el de por la mañana no ha tenido ningún sentido. No sucede lo mismo con el signo de Aries, que en el 20 Minutos ha tenido un reflejo, creo, bastante bueno del asunto. Para encontrar un horóscopo que me sea, parece, más fiel, tengo que ir al ADN, que tampoco se parece al que he leído esta mañana y, por tanto, ha perdido parte del acierto que tenía.
Curioso. No coincide el horóscopo de la web con el del periódico y en ambos casos se insiste en que son tendencias generales y que las equivocaciones existen. Puede que sea un signo inequívoco de la arbitrariedad de su elaboración o que haya una serie de condiciones raras que hagan distinta la situación dependiendo de la hora del día; en cualquier caso, y mientras conserve cierta coherencia, lo leeré por si puede decirme de mi vida algo que no sepa (aunque uno normalmente tienda a interpretar lo que ya sabe que sucede).

Nota literaria para quien tiene que entenderla: Rima nº 54 o XXXVI de Bécquer (depende, respectivamente, de si están colocadas en el orden original o por temática).

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