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19/2/08

La visita de Rosa Díez

Ya he visto la noticia en el Canal 24 horas. Aquí va mi versión:
En la facultad de Ciencias Políticas y Sociología (UCM) Rosa Díez ha impartido hoy una conferencia-meeting para iluminarnos a nosotros, futuros politólogos, con su maravillosa visión del mundo. Está claro que vino a Somosaguas para provocar, porque después de lo que le sucedió en Santiago, no podía esperarse nada mucho menor aquí.
El caso es que los estudiantes que colaboran con el aula autogestionada y otros muchos se han puesto en marcha desde primera hora de la mañana para organizar una buena bronca a la altura del evento (¿por qué? pues porque consideran que pegar gritos fuera y boicotear el acto a lo bestia es mejor que estar dentro y en el turno de preguntas tocar las narices -a eso iba yo y otros muchos-). Al mismo tiempo, como era de esperar, la facultad se llenaba de policía secreta y tres furgonetas de antidisturbios esperaban fuera.
Llegan las 12. Al entrar al salón de actos, un tipo registra las mochilas (era por hacer el paripé, porque podría haber colado cualquier cosa y no se hubieran dado cuenta). Entonces, a la par que empieza a hablar Aldecoa (nuestro decano), fuera empieza el barullo. Gritan "¡Fascistas!" y cosas por el estilo. Mientras, el discurso del decano, aunque interrumpido por algunas disculpas "improvisadas" (seguro que las tenía preparadas de sobra, sabiendo que se iba a armar), comenzó con un elogio de la democracia, de la actividad política de Rosa Díez y esas cosas. Entonces, desde fuera de la sala, los estudiantes comienzan a cargar para intentar entrar; voluntarios del partido y secretas hacen un tapón. "A por ellos", dice uno en plan Leónidas en 300; y no hay reacción por parte de la mesa.
Aumentan los gritos y parece que más gente empuja desde el otro lado. "¿Esta es la democracia de la que habla?", pregunta uno de los que asisten al acto; el decano, irritado, le espeta "cállese y siéntese, o fuera". El chico insiste; otros le apoyan. Entre quince y veinte personas no toleramos la situación; "En peores plazas hemos toreado", bromea el decano.
Los secretas no nos dejan salir inmediatamente aunque hay otras dos puertas aparte de la que está taponada. Tenemos que esperar, viendo el circo de la mesa, mientras oímos gritos e intuímos que en el otro lado están dando caña (tememos, incluso, que hayan entrado los antidisturbios); señalamos a la puerta, intentamos que los ponentes hagan un poco de caso. Nada.
Nos dejan salir y nos unimos "parcialmente" a los de fuera. Tampoco ellos lo están haciendo bien. Ahora, igual que en otras ocasiones, gracias a comportamientos que a mi juicio son estúpidos (hacer ruido está bien, pero enfrentarse a los secretas para intentar entrar en la sala es demasiado), toda crítica a lo que haya sucedido en el acto carecerá de legitimidad y de paso la facultad podrá tomar nuevas medidas en contra del aula autogestionada y de otras iniciativas de la universidad.
Hoy hemos asistido a un auténtico enfrentamiento entre cabrones y bestias con ganas de bronca.

4 comentarios:

rod dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rod dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Corpi dijo...

Considero que todo el mundo tiene derecho a expresarse libremente, independientemente de que los que oigan lo que se dice no estén de acuerdo. Estos mítines se hacen para captar votos, si no les gusta lo que se dice, con no votarles, punto. Lo que no estoy de acuerdo es en rebentar, por huevos, estos actos. Simplemente es antidemocrático.

Manuel Márquez dijo...

Compa Oruga Azul, a mí, las opiniones políticas de la señora Díez me pueden parecer lo que me parezcan (te puedo asegurar que comulgo bien poco con ellas), pero que, después de tantos años harto de currar para que todo el mundo pueda expresarse libremente sin miedo a sufrir atentados contra su vida, su integridad física y su libertad, aún tenga que ver espectáculos como éstos, me parece lamentable, y sin justificación alguna. Claro, que igual de lo que se trata es de darle munición a los que siempre están dispuestos a disparar. Qué pena...