Akira

Como Akira está dividido en seis tomos, y cada uno cuesta un ojo de la cara, mientras me hacía con ellos y los leía me he saciado viendo la película. Es más, fue porque empecé a verla y no me enteraba de nada por lo que me planteé hacerme con los cómics.
En cuanto a la película, pierde tantísimo con relación a la obra original que creo que ni merece la pena comentar nada; resumir una obra inmensa llena de giros y situaciones en hora y media de animación es una tarea imposible. Eso sí, la calidad técnica de la película, al igual que la del cómic, es incuestionable.
Pero hablemos del cómic, y a través de ello demos con el motivo que explique la poca claridad argumental de la película. Como ya he dicho, la historia está llena de giros y situaciones que cambian rápidamente, y lo cierto es que está genialmente construída, con un estilo muy cinematográfico. Ocurre, sin embargo, que le sucede lo que podríamos denominar el "efecto Matrix" (debería llamarse "efecto Akira", puesto que es anterior, pero yo he conocido las obras en orden inverso), es decir, a partir de un determinado momento el guión se plaga de desvaríos y situaciones que quiebran toda la lógica anterior y quedan explicados a medias o sin explicar, de forma que el buen friki tiene la esperanza de estar algún día frente a los hermanos Wachowsky o frente a Katsuhiro Otomo para preguntarles.
Igual que sobre Matrix uno puede preguntar cómo Smith, que es un programa, consigue salir al mundo real, o por qué Neo tiene poderes fuera de Matrix, sobre Akira cabe dudar acerca de dónde está Kaneda cuando desaparece después de que el Coronel utilice el arma SOL, o por qué Tetsuo tiene poderes, o qué narices es eso de los "eventos" que menciona el consejo de sabios del mundo, etcétera.
En cualquier caso, recomiendo encarecidamente la lectura del cómic igual que prohibo terminantemente como friki de cabecera ver la película, porque no sirve para absolutamente nada.