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6/9/10

Erasmus en Estambul (4)

Sobre los días 5 y 6

Bueno... son las 16:05 de la tarde y hace un ratito que he vuelto al hostal después de dejar la mayor parte de mis cosas en el piso. Así, finalmente, me instalo allí mañana por la mañana (paso 2 noches menos en el hostal), recupero 50TL, y puedo ponerme con otras cosas (leer, preparar documentos, y demás).

¿Qué puedo contar sobre ayer? Pues la verdad es que poca cosa... Me levanté tarde, estuve por la mañana en el hostal hablando con la gente, luego me fui a comer, luego acompañé al jordano a comprar, volvimos del supermercado, él cocinó, salimos a tomar una cerveza, volvimos, no podíamos dormir y jugamos al backgammon. Me acosté a las 5 de la madrugada y me he levantado alrededor de las 11. ¿Y hoy? Pues llevar mis cosas al piso (he hecho tres viajes), colocarlas, ducharme allí, volver aquí y escribir unos correos. Parece ser que podré verme durante esta semana con Cristina, una compañera de las clases de turco que viene a Estambul para encargarse de no sé qué cosa de la selección española de baloncesto durante el mundial. Ya veremos dónde me lleva un contacto así... [o.O]

En fin, como las aventuras brillan por su ausencia, quiero aprovechar esta entrada para haceros un retrato de la gente que ha pasado por aquí estos días:

Farez (más conocido como "el jordano"). Está como una regadera, tiende compulsivamente a ser el centro de atención y tiene un problema con su país y con el mundo en general porque no es capaz de asumir que "shit happens". Debe rondar los 25 y está casado con una italiana que debe sospechar (y con razón) que su novio es un golfo; ella llega hoy, así que a Farez se le acaba la fiesta... (ahora entenderéis a qué me refiero...). Ellos dos se conocieron hace un par de años en este mismo hostal (de hecho, sobre el sofá en el que yo estoy), y desde entonces vienen con frecuencia (sobre todo Farez). Creo que se quedan diez días más.

Azúcar ("el japonés"; su nombre significa eso). Lleva un gorrito de Woody Allen permanentemente, tiene el pelo largo, unos pantalones de franela y gafas de pasta. No habla apenas inglés pero tiene un traductor electrónico de puta madre para sobrevivir. Es un bicho silencioso que, cuando se deja ver en la sala común (y lo hace durante horas), se dedica exclusivamente a fumar y mirar a la nada o a su teléfono móvil. Quería ir a Pamukkale, le expliqué cómo hacerlo, pero el resultado es que "bus station... eh... Taksim... eh... far... eh... I don't go".

Nino ("la georgiana"). Una georgiana que también debe superar por poco la veintena. Es recepcionista y está aquí haciendo de turista. Cayó en las garras de Farez y la cosa terminó tensa. Por suerte (o tal vez por desgracia) el chalao de Farez me tiene de confidente, así que intenté tranquilizarle y convencerle para que fuese civilizado, pidiese disculpas y se olvidase del asunto. Le caí bien porque dije "¿Georgia Estados Unidos o Georgia Cáucaso?" y no "Georgia Rusia". Es una georgiana muy rara, en cualquier caso, porque su padre es de Azerbaiyán y su madre de Osetia.

Annika ("la austríaca"). Desde que pasamos juntos esas horas hace unos días prácticamente no la he visto. Está haciendo una práctica laboral en Bulgaria y ha aprovechado unos días de vacaciones para venir a Turquía (se marcha en bus esta noche). Es medio checa y habla checo perfectamente (de hecho hizo su Erasmus en Praga) y estudia Económicas. Tiene un cierto aspecto de femme fatale, como si hubiese venido aquí buscando a un turco apuesto, y supongo que lo ha encontrado porque estos días ha llegado muuuuuy tarde. Es un pozo sin fondo (aunque está delgada); creo que jamás he visto a una mujer comer tanto y tan variado en tan poco tiempo. Aprovecho que hablo de ella para contar que juntos fuimos al Besiktas pazari, que es un mercadillo (fundamentalmente de alimentos, pero también hay ropa, trastos y algo de bisutería) que se hace los sábados en Besiktas (hay una media hora o tres cuartos andando entre Taksim y este mercado). Los lectores más viejos tal vez hayan tenido la experiencia de pasear por un mercado en el que la verdura y la fruta siguen oliendo y sabiendo de verdad a verdura y a fruta y no a transgénico, agua y productos químicos. Hay un mercado parecido a este a dos calles de mi piso todos los domingos, así que me parece que voy a comer mejor que nunca... Luego fuimos a Sultanahmet, de ahí volvimos a Taksim y cenamos en el Sanat.

Armin ("el alemán", creo que su nombre se escribe así). Estudia Marketing. Ha estado recorriendo parte de Europa oriental en tren y ha decidido emplear un poco más de tiempo en Estambul (creo que se marcha pasado mañana). Teniendo en cuenta que es alemán, es bastante hablador y tiene un humor muy curioso; por ejemplo, me dijo, muy convencido, que su generación es tan alta por los efectos de la lluvia ácida que sufrió Alemania después del accidente de Chernobyl ("ya sabes... nos pasa como a Godzilla, nos hacemos más altos...").

"Las dos bávaras" (Sofia y Laura). Laura empieza a estudiar magisterio de idiomas, Sofía quiere entrar en una escuela estatal alemana de teatro, pero el proceso de selección es muy complicado y lo ha intentado tres veces sin éxito (aunque no parece ser mala actriz). Han venido porque tienen amigos aquí y se marchan entre hoy y mañana porque tienen distintos vuelos. Salí ayer con ellas y con Farez a tomar algo; son simpáticas pero sosas y creo que no tienen más misterio.

"La parejita turca" (ni idea de sus nombres). Son dos turcos jovencitos buscando piso. Estuve hablando con ellos ayer y les di el contacto de Vedat porque tal vez podían estar interesados en uno de los dos sótanos que visité, además fui con ellos a enseñarles dónde estaban ambos edificios. Son un poco raros, porque aunque son evidentemente turcos pijos (estaban asustados de ir "tan abajo" de Taksim) que estudian en universidades privadas no quieren pagar más de 600TL. Ayer, hablando con Émilie de esto, llegamos a la conclusión de que son como un Romeo y una Julieta en versión turca; pertenecen a familias aristócratas turcas enfrentadas, pero se quieren y se han fugado para vivir juntos al único sitio donde no les buscarán porque "es donde vive la gente pobre"; de momento, no tienen dinero para sobrevivir excepto el de la fiesta de la circuncisión de él (digamos que puede ser un equivalente a la comunión) y por eso buscan un piso barato. Tiene sentido, ¿no?

"Las tres alemanas" ("la rubia", "la de gafas", "la otra"). Sólo sé que la de gafas se llama Elvira y, si mi alemán es tan mínimo como creo, estudia arquitectura. Creo que les quedan tres o cuatro días por aquí. Armin y ellas han hecho muy buenas migas y han salido ya dos noches juntos. Les he prometido que esta noche iré con ellos (no sé si Farez y su señora vendrán también).

"Las dos alemanas" (como véis, hay muuuchos alemanes). Estas son la última adquisición del hostal. Llegaron anoche a las cuatro y algo, cuando Farez y yo jugábamos al backgammon. Una tiene 25 y otra 32. Son hermanas. Puedo decir, hablando objetivamente, que son muy muy guapas (morenas de ojos claros y buen cuerpo), pero tienen el problema (sobre todo la más joven) de que SABEN positivamente que lo son. Si os explico el encuentro, entenderéis lo que digo:
Nosotros estábamos jugando al backgammon en la cocina, que es una sala distinta a la de recepción (que es también la sala común) y comunica con ésta a través de un vano sin puerta. Farez llevaba tooooda la tarde obsesionado con lo bien que le sienta a una mujer llevar leggings, y entonces aparecieron ellas dos, vestidas completamente de negro, y Farez estaba llenando de babas (casi literalmente) el tablero. Mientras Tolga (el tipo de recepción que estaba anoche) completaba en el ordenador los datos, la más joven de las dos se acerca a nosotros moviendo ostentosamente caderas y pelo, me tiende la mano con el envés hacia arriba, como si pretendiese que yo se la besara, y dice "Hi, guys".
En ese momento, despertó el animalico que Farez tiene dentro y, tras un diálogo más o menos cordial (¿qué edad tienes?, ¿de dónde eres?, ¿a qué te dedicas?...), el notas va y suelta: "¿Y... en Alemania toda las mujeres son tan guapas como tú?" (en este momento yo fijo mi mirada en el tablero y pienso que la conversación no puede seguir bien si empezamos así). Respuesta de nuestra amiga la divina: "No, creo que no" (en ese momento yo la miro). "Pareces bastante segura de eso, ¿eh?", le digo, y ella se rie y me da con la mano suavemente en el brazo, como "Venga, tontorrón, que es sólo una broma... Soy la más guapa de mi Lander". Luego se excusa: "No, bueno... ¿qué se supone que tengo que responder a una pregunta como esa?". Pero no había ninguna timidez en su conducta, así que en realidad estaba donde quería.
Entonces Tolga viene para enseñarle a la otra hermana la cocina y darles algunas indicaciones, y de paso explica que Farez es un cliente habitual del hostal, que ha estado aquí unas ocho veces y bla bla bla. Cuando Tolga se marcha un par de segundos después, ella recupera ese tema: "¿Ocho veces?". "Sí. Si necesitáis cualquier cosa podéis preguntarme... De hecho, soy casi parte de los muebles de este hostal y podéis usarme si queréis". Ella sólo dice, con una vocecilla aguda "Ehh... okeeeeyyyy" y entonces Farez tiene uno de sus ataques y empieza a contar otra de esas cosas tan interesantes que ha hecho con su vida (ha sido barman durante muchos años, estudia para ser piloto de aviones y también ha sido tatuador). Intentando volver a una conversación normal, les explico que los alemanes (las tres alemanas y Armin) iban al gran bazar esta mañana, por si querían unirse (yo, en principio, iba a ir con ellos por si acaso para echarles una mano regateando -con aquello de hablar un poco de turco, tal vez, se consiguen mejores precios-), entonces la respuesta de ella fue: "Bueno, no hemos venido aquí para estar con alemanes pero... tal vez".
No tardaron mucho en irse a la habitación a dormir, claro, y esta mañana han salido antes de que Farez y yo nos levantáramos, pero Farez lleva todo el día obsesionado con las dos (por eso sabemos cuándo se fueron; Farez le preguntó esta mañana a Ibrahim -otro de los tipos del hostal-) y con lo que va a pasar cuando esta noche le vean amorosamente con su señora... [o.O]


En fin, eso es todo por ahora. Mañana ya os escribiré (supongo) desde mi piso.

La canción que he tenido estos dos días en la cabeza (no me preguntéis cómo llegué exactamente a ella) es esta:


Pero hoy me siento rockero, así que también os dejo esta otra:

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