En fin, son las seis y algo de la tarde en la ciudad de los gatos y la verdad es que estoy tan hecho polvo como para tirarme en el sofa y ver algún programa-basura aunque sea en turco... Creo que definitivamente el martirio Erasmus de ayer me ha pasado factura; demasiada tontuna en demasiado poco tiempo...
Así, evidentemente, hoy llevo un día de tranquilidad absoluta en casa (tanta tranquilidad, que desde las 11 que me he despertado y hasta ahora todavía llevo el pijama). Y he consagrado el día a dos actividades:
1) Abrirme una cuenta en Caralibro (Facebook). "¿Cómo es eso posible?", dicen los que me conocen, "Si tú eres un antifacebook tan antifacebook que ni siquiera las ofertas sexuales han servido para convencerte". Y, si obviamos que lo de las ofertas sexuales es al mismo tiempo una exageración y un farol, lo cierto es que los que me conocen tienen razón. Ahora bien, la cosa es que la oficina de relaciones internacionales quiere tratar con nosotros a través del maravilloso Facebook. Y yo le dije al tipo (en la breve conversación esa de ayer, antes de las dos horas de "orientación"): "Pero yo no tengo Facebook". Él dijo: "Pues es que claro... aquí todo el mundo tiene... y entonces es un buen medio para comunicarnos con vosotros... Lo que igual podrías hacer es darnos tu correo electrónico y... pffff... a ver como hacemos... Es que, claro, no es igual de práctico...". Total, que me parecía un poco ofensivo por mi parte rechazar el gesto de hospitalidad de esta gente por mi rechazo del "panóptico digital", así que me he hecho una precaria cuenta de Facebook para poder estar al corriente de las novedades.
Ahora bien, me reafirmo en que el Facebook es un peligrosísimo panóptico, y si no mirad aquí el esquema que me ha pasado Christian acerca de la evolución de la protección de datos privados en Facebook.
2) Terminar de leer la tesis de Master de Émilie. Tiene la defensa dentro de dos días y, evidentemente, yo tenía que leer la versión definitiva antes para poder darle mi opinión y, tal vez, ayudar a detectar posibles "defectos" que el tribunal pueda ver también y señalar.
Así que, ni más ni menos, eso es todo lo que ha pasado hoy. Os dejo dos fotos que saqué del campus ayer aquí y me despido con otro bonito momento musical que calme a mi Pepito Grillo (letra):
Así, evidentemente, hoy llevo un día de tranquilidad absoluta en casa (tanta tranquilidad, que desde las 11 que me he despertado y hasta ahora todavía llevo el pijama). Y he consagrado el día a dos actividades:
1) Abrirme una cuenta en Caralibro (Facebook). "¿Cómo es eso posible?", dicen los que me conocen, "Si tú eres un antifacebook tan antifacebook que ni siquiera las ofertas sexuales han servido para convencerte". Y, si obviamos que lo de las ofertas sexuales es al mismo tiempo una exageración y un farol, lo cierto es que los que me conocen tienen razón. Ahora bien, la cosa es que la oficina de relaciones internacionales quiere tratar con nosotros a través del maravilloso Facebook. Y yo le dije al tipo (en la breve conversación esa de ayer, antes de las dos horas de "orientación"): "Pero yo no tengo Facebook". Él dijo: "Pues es que claro... aquí todo el mundo tiene... y entonces es un buen medio para comunicarnos con vosotros... Lo que igual podrías hacer es darnos tu correo electrónico y... pffff... a ver como hacemos... Es que, claro, no es igual de práctico...". Total, que me parecía un poco ofensivo por mi parte rechazar el gesto de hospitalidad de esta gente por mi rechazo del "panóptico digital", así que me he hecho una precaria cuenta de Facebook para poder estar al corriente de las novedades.
Ahora bien, me reafirmo en que el Facebook es un peligrosísimo panóptico, y si no mirad aquí el esquema que me ha pasado Christian acerca de la evolución de la protección de datos privados en Facebook.
2) Terminar de leer la tesis de Master de Émilie. Tiene la defensa dentro de dos días y, evidentemente, yo tenía que leer la versión definitiva antes para poder darle mi opinión y, tal vez, ayudar a detectar posibles "defectos" que el tribunal pueda ver también y señalar.
Así que, ni más ni menos, eso es todo lo que ha pasado hoy. Os dejo dos fotos que saqué del campus ayer aquí y me despido con otro bonito momento musical que calme a mi Pepito Grillo (letra):
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