AVISO IMPORTANTE

ESTE BLOG YA NO ESTÁ ACTIVO.

El autor tiene un nuevo blog en

http://fairandfoul.wordpress.com

2/9/10

Erasmus en Estambul (1)

Día 2 de Septiembre

Son las 10:30 de la mañana en la ciudad de los gatos. Estoy en un albergue que podemos considerar aceptable, aunque mi espalda y mis brazos SE NIEGAN a bajar con las maletas tal y como las he subido. Espero tener posibilidad de hacer varios viajes desde aquí a mi piso (cuando lo encuentre) para ir cargando poco a poco la maleta pequeña con cosas de la grande. Eso hará a la grande finalmente suficientemente ligera como para llevarla sola. Parece un buen plan, ¿no?
Antes de seguir con los detalles de hoy, es necesario que os cuente un poco de ayer, aunque la verdad es que no pasó mucho. Durante el vuelo, que salió con retraso, aparte de dormir y comer, lo que sucedió es que se me hizo largo. Iban sentados conmigo un hombre y una mujer sudafricanos (blancos) que rondaban los 70; a él se le notaba con ganas de darme la plasta (en inglés y con un acento demencial) desde el principio: "¿la señorita habla turco o árabe ahora mismo?" (para que os hagáis a la idea del acento, dos veces entendí rabbit -conejo- y no arabic). Como me dormí un largo rato, el tipo fue educado y me dejó tranquilo.
Ahora bien: a partir de la mitad del viaje (estábamos sobre Italia) se puso SUPER pesado. Que si el mar, que si las olas, que si Barcelona, que si Madrid... Sobre todo tenía una fijación por el agua alucinante. Se asomaba por la ventana (yo tenía el asiento de ventana, y eso era lo que le jodía, seguro) empeñado en ver sobre las islas griegas embalses; "y mira ahí hay uno", "y mira, ahí puede hacerse otro...". En fin, muerte y destrucción.
Y con esas llego al aeropuerto de Estambul, los sudafricanos se largan a su vuelo y yo me voy a por la maleta. Rümeysa iba a venir a buscarme, pero cuando salgo no la veo... Como en el vuelo hubo retraso, pensé que tal vez había tenido que marcharse, pero quiero confirmarlo. Llamo a casa y pido a mi madre que mire mi correo electrónico. Mensaje de Rümeysa: su padre la llamó por teléfono cuando estaba de camino para decirle que su tía ha tenido un accidente y que ella y su marido están graves. Lógicamente ella se marchó al hospital. Intentaré contactar con ella luego.
Así que me voy a buscar el autobús que viene a Taksim y lo cojo a los pocos minutos. PERO hay un atasco ENORME en la ciudad, y me tiro hora y media en el autobús viendo por todas partes carteles enormes del AKP (partido en el gobierno) y el CHP (partido de la oposición) a cuento del referéndum que va a haber con el propósito (si no estoy confundido) de reformar la Constitución. El AKP dice que sí. El CHP dice que no. Prometo hacer un poco de politólogo y enterarme mejor del asunto para haceros un bonito resumen.
Y llego por fin a Taksim y entonces tengo la extraña, rarísima, pero agradable sensación de estar en casa. Gente por todas partes, tráfico que da dolor de cabeza, vendedores ambulantes, ocho camiones de policía con los bravos defensores del orden vestidos con protecciones que parecen más para patinar que para combatir el crimen y, como explicación para esa presencia policial desorbitada, dos manifestaciones en Taksim (y hablamos de, más o menos, las ocho y media de la noche): una de un grupo/partido feminista; otra del CHP a cuento del famoso referendum.
Llego al hostal, subo las cosas hasta mi habitación (bueno, la maleta grande, como tiene candado y pesa un quintal, se ha quedado abajo), y me voy a cenar una maravillosa hamburguesa de Taksim. Vuelvo a la habitación y me echo a dormir absolutamente destrozado... por desgracia, mi sueño ha sido intermitente porque a mi habitación llega mucho ruido por la noche: el chunda-chunda de una discoteca cercana, los coches, algún motor a reacción colocado a modo de decoración sobre el tejado, etc. etc. Por fortuna me quedo aquí sólo mientras encuentro piso...

Y, hablando de eso, he llamado a los 3 propietarios con los que tenía contacto. El primero me dice que vuelva a llamar mañana porque hoy ya tiene una visita preparada y, si ellos no lo alquilan, me lo enseña a mi; me temo que a quien espera es a mí, pero como no tengo la dirección no puedo presentarme allí porque sí. Así que mañana volveré a llamar y, como hoy no le habrá enseñado a nadie el piso, pues no habrá problema. El segundo no me lo ha cogido. Y el tercero... joder el tercero... cuando uno no habla turco y necesita hablar de algo importante lo primero que uno tiene que hacer es preguntar si habla inglés (en turco) y rezar para que la respuesta sea que sí... Bueno, pues Vedat bey me ha seguido hablando en turco, y no para decirme que sí. Así que yo, en turco macarrónico, a explicarle que he hablado por email con el propietario (que es un gringo o un inglés) y que él me dijo que le telefonease para ver el piso, y que si podía verlo hoy. Respuesta: a las tres. Así que a las tres voy a ver el piso.

Lo último que puedo contar por ahora es que no tengo internet aquí arriba porque estoy muy arriba, así que ahora bajaré a ver si funciona y puedo subir esto y enviar algunos emilios.

Por el momento, entonces, me despido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mucha suerte, por tales lares. esatré atenta a tu blog y a tus aventuras. te echaré de menos. un besote desde la otra parte del mundo. (Miren)