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12/8/09

Turquía (2009) *8*

Buenas noches, noches. Pasan de las once y media en la ciudad de los gatos y hace poco tiempo que he llegado a casa después de estar con Necat y algunos amigos suyos tomando algo (en mi caso agua, que sigo con el estómago jodido).
Puesto que no ha sido un día especialemente activo (llevo una vida de gato consistente en comer-dormir-comer-dormir-... y ver G.I. JOE, aunque esto no lo hacen los gatos), voy a aprovechar esta entrada para impartir dos lecciones sencillas relacionadas con la vida en Istanbul y que son extrapolables (la primera más que la segunda) al resto de países extranjeros que uno pueda visitar.

(A) Comprar medicamentos
1. Recordar cuál es el nombre del medicamento en castellano. Si no se está seguro, mejor comprobarlo en internet.
2. Los nombres de los medicamentos cambian según los países, así que hay que buscar el nombre genérico; de nuevo internet es la clave.
3. Incluso el nombre genérico en castellano puede resultar un poco inútil; hace falta hallar la versión inglesa, que seguro que se parece más a la turca.
4. Saber cómo se dice farmacia en el idioma del país (en este caso, eczane -se pronuncia /edgdsane/-).
5. Localizar una e ir a comprar el medicamento (aquí hay casi en cada esquina, así que es fácil).

B) Cruzar la calle
Este puede parecer un problema estúpido sacado de la manga para rellenar hueco, pero en realidad es un problema grave. En Istanbul, y más en Taksim (donde yo vivo) hay muchos, muchos, muchos coches. Y la filosofía de esta ciudad es que las normas de circulación están para saltárselas; por eso:
1. Un paso de cebra no es importante, el coche va primero.
2. Un semáforo es relativamente importante, pero el coche va primero.
3. En esta ciudad no hay demasiados pasos de cebra ni semáforos.
4. Por todo lo anterior, los peatones cruzamos por donde nos parece bien.
5. En el enfrentamiento coche/peatón, se da un equilibrio de fuerzas que hay que conocer: un peatón es arrollable, dos son insultables y tres respetables.
6. Se deduce de los puntos anteriores que para cruzar la calle hay que pegarse al primer nativo que vaya a hacerlo (si es viejo mejor, porque anda más lento y su camino es EL camino).

Nada más, pues, por hoy. Espero que mañana mi estómago vuelva a funcionar como debe, porque la verdad es que tengo ganas de comer algo más que arroz. Hasta mañana a todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajjaj ... Dios me he divertido ( no por lo del estómago, que lo lamento ) leyendo tu blog .
Cruzar la calle ?? No me imagino un trabajo grande. jajaja ..Lindo como escribes.
Besines desde un lugar en qué " Cruzar la calle " no reviste mayor líos

Anónimo dijo...

Ay me olvidaba de algo . En la parte que hablas de " las señales están para saltárselas, recordé a Mendoza ( Argentina ) Diosssssss esos tipos si qué son divinos !!! La luz roja es lo que quedó de la navidad pasada colgadita hasta la otra navidad.
Puedes parar en las esquinas, bajarte con toda tranquilidad y comprar lo que desees, mientras tienes una fila de autos a bocinazo limpio tras tuyo, pero puedes...obviamente!! estás en tu derecho
Y si te das mal ánimos ,le haces una señal con el dedo ( de esas feas )
La regla es " el que llega primero a la esquina PASA."

Te aconsejo portar todos los seguros de salud antes de conducir por ese país . Son bravos estos nenes !!!

Espero que mejores tu estómago.

De puro intrusa Porqué estás viviendo allá ?? Obviamente es una pregunta muuuuuy curiosa.

besines

Oruga Azul dijo...

¿Por qué estoy viviendo aquí? Bueno... Es una pregunta con varias respuestas...
En primer lugar porque no tenía un plan mejor para el verano. En segundo lugar, porque tengo amigos aquí a los que quería ver. Y en tercer lugar porque estoy estudiando turco y me parecía una buena forma de mejorarlo.

Espero que, aunque tu curiosidad haya sido satisfecha, sigas leyendo.

Besines.