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2/8/09

Turquía (2009) *1*

*Nota: lo que se encuentra en cursiva fue redactado anoche (01/08/09) y publicado ahora.

Buenas noches desde Istanbul. Son las 23:30 en España, una hora más en Turquía, y acabo de regresar al hotel. Por el momento no consigo que internet funcione porque me hace falta pedir un usuario y una clave (cosa que no voy a hacer a estas horas de la noche); mañana haré una actualización doble o algo.
Vayamos un poquito con el viaje: me encuentro con David (el otro español del grupo) en Barajas, facturamos y pasamos el control de metales que tanto me gusta (guiño-guiño). Ya nos avisan al facturar de que el vuelo saldrá con una hora de retraso (“son fechas peligrosas”, les dicen a unos compañeros de vuelo que hacían escala en Istanbul de camino a Ankara).
Llegamos al aeropuerto en Istanbul (tres horas de vuelo), y vamos derechitos al control de pasaportes porque, según había leído en la web de la embajada de Turquía (leer el segundo apartado), en nuestras circunstancias el visado no era necesario; después de una cola interminable y sin dejar de estar jamás rodeados por un número indeterminado de mujeres iraníes (o algo similar), todas tapadísimas como si fueran siths, resulta que el visado sí hace falta. Lo compramos y luego, con el permiso del tipo que estaba en el control, nos saltamos la inmensa cola de siths para pasar al otro lado.
Cogemos las maletas y vamos en busca de aquel individuo/individua (será la segunda opción) que porte nuestros nombres en un papel. Casi una hora esperando a los otros viajeros (todos los vuelos iban con retraso), y venimos al hotel.
Actualmente somos 15 personas (mañana llegan más) y como comprenderéis no me sé todos los nombres, pero intentaré hacer un barrido más o menos sistemático para que os hagáis una idea: una noruega que estudia Filología turca y habla castellano cojonudamente (“Oye... a vosotros... ¿cómo os cogieron?... Porque... yo... bueno... no he hecho nada y...”); una polaca que tiene familia turca y española, y estudia en Oxford ambas filologías (divina de la muerte y lo digo sin retintín); una alemana muy maja con la que he hablado de Bolonia; un francés cachondo (creo que es el mayor del grupo), que también habla idiomas por un tubo y que cuando se entera de que la noruega es noruega dice “nobody is perfect” (creo que es su frase favorita porque la dice mucho); un turco feo (!); una rusa monísima que es profesora de turco (“¿Hablas turco?”, me pregunta en turco, “Un poco”, respondo en turco, y ahora es el único idioma que está dispuesta a usar conmigo); una sueca con cara de camello albino que habla turco "de memur [funcionario]" según los autóctonos; una italiana que parece nacida para dormir; un inglés que se parece a Piqué; otra francesa especialista en alemán (o algo así); y más gente de la que no tengo ninguna descripción que daros (por ahora). El guía se parece asombrosamente al Doctor Malcolm de Parque Jurásico y yo creo que estoy deseando que empiece a decir gilipolleces sobre la teoría del caos (o mejor aún, que lo hieran y se acabe pronto). No me malinterpretéis, es majo, pero el guión es el guión.
En cuanto a la actividad de hoy [ayer], una vez que hemos llegado al hotel nos hemos ido a cenar. Ha sido un menú absolutamente delicioso en un restaurante de comida 100% turca. Buen vino y excelentes platos por cuenta del Ministerio de Turismo. Creo que confirmo mi impresión de que soy un BetaTester.
Mañana me levanto temprano y no quiero morir de sueño porque con hoy he tenido bastante, así que me temo que os voy dejando. Cariños variados para todos.

***

¡Buenos días por la mañana! Son las 7 en España, una hora más al otro lado del Mediterráneo (Akdeniz), y ya estoy desayunado y listo para el turisteo de hoy. La verdad es que casi todo lo que vamos a ver en la ciudad yo ya lo visité en mi anterior estancia, así que no creo que me sorprenda demasiado. Lo que sí puedo decir de esta segunda visita, en la que he visto partes de la ciudad que no conocía, es que mi impresión sobre Istanbul es que es una ciudad más moderna de lo que recordaba; no he visto los coches destartalados a los que me había acostumbrado, hay vallas publicitarias por todas partes y los carteles luminosos hacen competencia a los minaretes de las mezquitas. Sinceramente espero que se trate simplemente de un fenómeno localizado y que no se haya extendido a todo el centro, porque entonces la ciudad perdería parte de su encanto original.
En otro orden de cosas, es importante que sepáis, para que no os preocupéis por mi salud mental, que no tendría por qué haberme levantado tan pronto, pero es que en Istanbul (y lo de Van ya va a ser de acojone) amanece bastante más pronto que en Madrid, de forma que a las 6 y media de la mañana tienes un sol radiante. Esto no sería un inconveniente en un país como España, donde las ventanas suelen tener persianas o cortinas muy tupidas, pero resulta que los turcos (cosa que yo ya sabía, así que no puedo quejarme) desconocen el invento, así que el único obstáculo que encuentra la luz en la habitación del hotel es una finísima cortina que serviría para hacerle a Scarlett O'Hara un traje de transparencias digno de aparecer en el Vogue.
Lo último que tengo que decir por el momento es que he tenido que pagar por el servicio de internet (10€/24h), pero no estoy seguro de su funcionamiento (si es en estas 24 horas cuando funciona la contraseña o si tengo 24 horas de servicio) así que tal vez actualice en Istanbul con menos frecuencia de la que debería para ahorrar un poco. Se verá sobre la marcha.
Son las doce menos cuarto de la noche y aún tengo algunas cosas que hacer antes de dormir, así que os cuento rápidamente cómo ha ido el día:
Las actividades turísticas han sido fundamentalmente visitar los museos arqueológicos (terriblemente interesantes) y hacer un minicrucero de una hora por el Bósforo. Hemos tenido algo de tiempo libre en el barrio de Istiklal (he pasado ese rato con Olga, la chica rusa), y básicamente hemos recorrido la avenida principal (algo así como la versión turca de Preciados) viendo las tiendas en las que no te timan y evitando caminar por los alrededores porque, según nos han avisado, son peligrosos.
La cena ha sido en un restaurante típico donde hemos comido varios tipos de pescado, hemos bebido raki (la bebida alcohólica típica del país, que me ha recordado mucho a la absenta diluida en agua y con azúcar que bebí en Praga), y hemos visto el partido de fútbol más tenso del verano turco Fenerbahçe contra Besiktas, creo.
Ahora voy a copiar unas fotos de las cámaras de David (el chico español) y Olga, y luego comprobaré la grabación de vídeo de hoy. Quería colgar algún montaje en YouTube pero acabo de enterarme de que está prohibido el acceso desde Turquía porque aparecieron vídeos en los que se insultaba a Atatürk, y ya se sabe que el padre de la República es sagrado.

Brevemente, pues, eso es lo que ha ocurrido. Me despido hasta mañana (espero colgar alguna foto).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Miguelón, veo que estás disfrutando y empapándote de tu segunda visita a esas tierras.Sigue cuidándote así.Estoy deseando ver las fotos, acuérdate de salir tu también en algunas.
Yo como ves por la hora, estoy de trasnoche con el viejo Spinoza, papá Freud y el tito Marx, a lo mejor con los tres consigo entender como posible, el cambio social y el cambio individual. O como perseverar en el ser sin que lo externo -la dictadura de mercado- nos deje en la impotencia. Mira qué frase más guai:
"Pensar es fácil. Actuar es difícil. Actuar siguiendo el pensamiento propio es lo más difícil del mundo" Goethe. Un besito.

Anónimo dijo...

El Bósforo?????????? me ha dicho que se puede uno pegar chapuzones de cuidado
Una moneda que provoca un sonido metálico en todo el anfiteatro?????
Qué pasada.........
No dejes de contar........

Anónimo dijo...

Hola . Por acá sigo intruseando en tus letras. ya que me has dado permiso .
Te agradezco el recibimiento, considerando que soy una desconocida de taaaan lejos.
Espero que hoy, jueves 13, tu estómago vaya bien y puedas comer algo más que arroz.

Viajo contigo, estudiante de idiomas. Me he subido a tu mochila y desde ahí, te acompaño en ese viaje ( como una chinita, o una hormiga )
Me divierto a mares con tus comentarios. Como tengo un sentido de humor muy a flor de piel no me cuesta nada carcajear de buena gana, con tus geniales comentarios.

una sueca con cara de camello albino que habla turco
-jajaja porfavor!! Pobre chica, me la imgino!!-

El guía se parece asombrosamente al Doctor Malcolm de Parque Jurásico y yo creo que estoy deseando que empiece a decir gilipolleces sobre la teoría del caos (o mejor aún, que lo hieran y se acabe pronto). No me malinterpretéis, es majo, pero el guión es el guión.
- nada más que celebrar tu comentario Great( para no desentonar !!!-

Lo que me has dejado de tarea es averiguar qué diablos es “El Bósforo”. Ya me enteraré . Además de entretenerme a mares aprenderé geografía .
Desde dónde vivo, esos lugares, donde te encuentras son casi inalcanzables para visitar.
Te sigo. Un beso