Violencia y estética

Lo reconozco. Mucha pinta de intelectua-friki pero en el fondo hay momentos en los que me apetece entretenerme viendo una película de acción con un guión normalito donde se vean muchos castañazos y, si es posible, buenas artes marciales.
Ahora bien, tengo la sensación de que, de un tiempo a esta parte, y posiblemente con Matrix como hito que marca un antes y un después, se establece que ya no sólo es necesario crear escenas de acción con crujir de huesos, sangre y patadas giratorias a lo Chuck Norris, sino que para que la película sea bien recibida comienza a ser necesaria una mínima "estética de lo violento" que convierta algo que resulta bastante rudo en su estado original en una auténtica coreografía donde la representación de la muerte (incluso de la masacre) se combine con el color, la música, los gestos de los actores y el propio montaje de la escena.
Sin embargo, y aun con esta tendencia generalizada, hay que establecer grados. Primero pongamos lo que considero una especie de antecedente; esta escenita de El Quinto Elemento (1997).

Se trata en realidad de un simple antecedente, porque posiblemente, como ya he dicho, la clave de la generalización de este tipo de forma de grabar escenas de acción no se generaliza hasta Matrix (1999).

El cine chino de/con artes marciales, que tendrá un segundo florecer (y de calidad) a partir de entonces, aprenderá también la lección y mejorará los resultados. Escojo como ejemplos Tigre y Dragón de Ang Lee (2000) y Héroe de Zhang Yimou.

Dejando a un lado el modo de producción oriental, que en cine y en todo lo demás supone muchas veces un ligero descalabro, lo cierto es que todo el mundo se apunta al carro. Desde Matrix hasta ahora, podemos encontrar muchos ejemplos de auténticas castañas que sin embargo mezclan artes marciales con muchos tiros (e infinitas municiones), piruetas, y ropa negra. Todo super cantoso y no merece la pena que le prestemos atención excepto a una escenita de Shoot 'em up (2007), porque es especial.

Ahora bien, excepciones graciosas aparte, ¿se trata de burdas imitaciones?
He descubierto a un fulano, Kurt Wimmer, que es director y guionista de dos películas que, sin ser obras maestras, me parecen realmente especiales. Equilibrium (2002) y Ultravioleta (2006). Juzgad por vosotros mismos, pero esto me parece una auténtica "preciosidad":