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17/1/09

DeathNote

Lectores, por fin lo he terminado. Doce tomos de manga en formato clásico (tamaño cuartilla, unas 200 páginas) no son ninguna tontería. Ya dije que esta obra se ha convertido en uno de esos exitazos mediáticos instantáneos que cualquier aficionado debe leer. Pues yo lo confirmo: es una obra maestra.
Intentemos dar una sinopsis que no revele demasiadas cosas:
Light Yagami es un brillante estudiante japonés que lo tiene absolutamente todo pero, tal vez precisamente por eso, "se aburre". Entonces, llega a sus manos de forma misteriosa un "Cuaderno de muerte"; un instrumento mágico que permite, conociendo el rostro de la persona elegida y escribiendo su nombre, matarla de un ataque al corazón. Light, por motivos y de formas que descubriréis si leéis la obra, comienza a utilizarlo y L, un misterioso detective de fama mundial a quien nadie ha visto nunca, es el único que puede pararle los pies.
Evidentemente, doce tomos dan para mucho, y ése es el principal talento que le veo al cómic. El argumento se va haciendo más y más complejo, y varias tramas se entrecruzan en muchos momentos de forma que el lector sigue de forma paralela las líneas de pensamiento de Light y L, disfrutando de maravillosos duelos entre los dos intelectos más brillantes del mundo. Las persecuciones, las investigaciones, las pistas... todo crea una densa maraña que mantiene la tensión hasta el final y absorbe hasta el punto de que, si no hubiera tenido que estudiar en Navidad, me habría terminado los 12 tomos de una tirada y sin dormir.
Haré. como en otras ocasiones, un repaso a lo que más me gusta de la obra:
1. El protagonista antiheroico. A pesar de que es improbable que Light te caiga bien, eso no impide que hasta el final te preocupe el hecho de que puedan atraparlo o no, y desde luego, como eje de la historia, nunca se le prestará menos atención que a sus adversarios.
2. La originalidad de la idea y del argumento. Lo que más fascinado me tiene como pseudoescritor es el guión (y el intrigante guionista, Tsugumi Ohba); sé por propia experiencia que, cuando uno se preocupa demasiado por complicar la historia, lo más probable es que la maraña sea tan espesa que ni uno mismo sepa cómo salir de ella. El trabajo de meditación y elaboración esquemática que tiene que haber precedido a la creación del guión me parece tan ingente y salvaje que no puedo sino mostrar mi admiración; si de la ciencia ficción se dice que los robots ultrainteligentes nunca lo pueden ser más que los autores, entonces podemos decir que Tsugumi Ohba es al menos tan inteligente como los dos personajes clave. Hay que añadir que, a pesar de la cantidad de explicaciones que son necesarias para comprender cómo se han desarrollado las estratagemas diseñadas por los protagonistas, eso no hace que en ningún momento los diálogos pierdan su frescura o se hagan demasiado cargantes. Todo encaja, todo tiene sentido, y todo le deja a uno francamente boquiabierto.
3. Que, a pesar de que al público en general le desagrada el final enormemente (y es una opinión prácticamente unánime, de aproximadamente 10 a 1), a mí me parece que está muy bien aunque posiblemente yo hubiera optado por opciones más trágicas o shakespearianas.
4. El dibujo, por supuesto, aunque se sitúe en un tono "clásico" dentro del manga, es de alta calidad y rico en detalles (aunque echo de menos el color, como de costumbre).

Si tuviera que sacarle un defecto, diría que hay un pequeño bajoncillo en el ecuador de la historia (aproximadamente entre los tomos 5 y 6 ó 6 y 7), pero tampoco es exactamente malo porque, vista la obra en conjunto, supone una especie de pausa ritmica entre una primera parte frenética y una segunda que lo es más todavía. ¡Ah! Y ya que dije que Tekkon Kinkreet era uno de los mejores manga que iba a leer en la vida, tengo que decir que me sigue pareciendo más bonito y original aunque, desde el punto de vista técnico, esta historia es un logro dentro del thriller gráfico. Nada podrá ser lo mismo a partir de ahora.
No tengo nada más que decir, excepto recomendar encarecidamente la lectura de esta maravilla.

1 comentario:

Tarcel dijo...

Bienvenido a la secta, エル o キラ, tú eliges, pero Death Note es la hostia, no hay más palabras.

Es maravilloso cómo los átomos pueden dar lugar a mentes extraordinarias...