Emulando a Rod, voy a dedicar una entradita del blog a descargar mi furia sobre la viperina esencia de la Gallina Caponata de los poPPulares (más conocida como Aguirre o la cólera de Dior).
La muy digna señora, que levanta pasiones, parece dispuesta a atacar a la vez en todos los frentes y a todos sus enemigos: por un lado acabar con la educación pública (primaria, secundaria, universitaria y suputamadrearia si la hubiera) y por otro con la sanidad; ambos objetivos (o al menos, de forma evidente, el primero) con la sanísima intención de enviar una horda furiosa y asesina contra el gobierno central, y si no, por lo menos, de regalar unos cuantos miles de lereles a sus amiguitos del club de golf.
Hasta aquí, por desgracia, no ha de sorprendernos nada porque nada de esto es nuevo. Sin embargo, sí hay novedades en cuanto a métodos y acciones concretas que se están llevando a cabo en estos lugares.
En lo que se refiere a la sanidad, los hospitales de este Móstoles mío en el que vivo serán privatizados a partir de Enero; a los médicos se les ha garantizado un suculento salario para que no protesten, pero el personal administrativo se va a la puta calle sin más dificultades. Para la educación universitaria, por otra parte, ha puesto en práctica ya una reducción presupuestaria del 30 por ciento, avisándonos de que para Enero disfrutaremos (o, mejor dicho, dejaremos de disfrutar) de un estupendo 50.
El rector de la Complutense, a todo esto, dice que negociará (es como si te ponen de hijoputa para arriba y tú contestas "si vamos a empezar con indirectas..."), y no parece que los sindicatos, las asambleas de estudiantes y otras agrupaciones vayan a hacer mucho (y en algún caso dudo incluso que quieran).
Por lo pronto, mañana por la mañana manifestación de estudiantes y por la tarde concentración en Sol en defensa de la sanidad pública. Para esta última propongo consigna:
La muy digna señora, que levanta pasiones, parece dispuesta a atacar a la vez en todos los frentes y a todos sus enemigos: por un lado acabar con la educación pública (primaria, secundaria, universitaria y suputamadrearia si la hubiera) y por otro con la sanidad; ambos objetivos (o al menos, de forma evidente, el primero) con la sanísima intención de enviar una horda furiosa y asesina contra el gobierno central, y si no, por lo menos, de regalar unos cuantos miles de lereles a sus amiguitos del club de golf.
Hasta aquí, por desgracia, no ha de sorprendernos nada porque nada de esto es nuevo. Sin embargo, sí hay novedades en cuanto a métodos y acciones concretas que se están llevando a cabo en estos lugares.
En lo que se refiere a la sanidad, los hospitales de este Móstoles mío en el que vivo serán privatizados a partir de Enero; a los médicos se les ha garantizado un suculento salario para que no protesten, pero el personal administrativo se va a la puta calle sin más dificultades. Para la educación universitaria, por otra parte, ha puesto en práctica ya una reducción presupuestaria del 30 por ciento, avisándonos de que para Enero disfrutaremos (o, mejor dicho, dejaremos de disfrutar) de un estupendo 50.
El rector de la Complutense, a todo esto, dice que negociará (es como si te ponen de hijoputa para arriba y tú contestas "si vamos a empezar con indirectas..."), y no parece que los sindicatos, las asambleas de estudiantes y otras agrupaciones vayan a hacer mucho (y en algún caso dudo incluso que quieran).
Por lo pronto, mañana por la mañana manifestación de estudiantes y por la tarde concentración en Sol en defensa de la sanidad pública. Para esta última propongo consigna:
Algo "güeme" mal
en la capital.
Algo huele mal:
es el capital.
Añadido posterior: anoche Aguirre fue entrevistada en 59". Cuando le preguntaron por sus acciones contra la crisis, respondió que se basaban en reducir el gasto público eliminando aquellos elementos del mismo que eran innecesarios; se me ocurren muchas cosas bonitas que decir, pero no son apropiadas ni siquiera para estas horas.
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