Pues eso, ya vuelvo a dar la lata con lo mismo porque ha habido dos cosas en los últimos días que me hacen reafirmarme en mi tesis (nada original por otra parte) de que el feminismo de palo que vivimos en estos tiempos no es más que un sustitutivo "progre" de nuestros falsos socialistas para ocultar que sigue habiendo una radical diferencia de clase relacionada con muchos de los problemas que las mujeres tienen hoy en día (¿gana menos la mujer que el hombre -si es que eso es tan frecuente como se dice- porque hay una guerra entre el patriarcado opresor y el ejército de mujeres liberadoras o porque hay un empresario cabrón que quiere ganar más y se aprovecha?).
Situación 1:
Telecinco. Sábado por la noche. La Noria (lo veo en Sé lo que hicisteis). Discuten, hablando de la movida de la legislatura pasada entre ETA y el gobierno, Miguel Ángel Rodríguez (peperufo despreciable) y María Antonia Iglesias (periodista sociata soportable a ratos).
La sociata interrumpe al peperufo para llamarle mentiroso. El peperufo (molesto por la interrupción) le dice a la sociata "hoy no te has tomado la pastilla". La sociata, por algún motivo, decide que la respuesta oportuna es llamarle "machista cabrón", insistiendo varias veces. El peperufo pone fin al asunto con un "imbécil".
No quiero ni mucho menos defender a don Miguel Ángel, porque si me lo cruzara por la calle creo que le pegaría un par de leches por las cabronadas que le he oído en otras ocasiones, pero doña María Antonia se ha pasado siete pueblos y medio.
En el mundo donde vivo, y creo que no está muy alejado (al menos en esto) del real, con la frase "hoy no te has tomado la pastilla" el peperufo estaría llamando a la sociata o "vieja" o "loca" o tal vez las dos cosas. En ningún caso se refiere a su condición de mujer y mucho menos implicando que ella sea inferior por ese motivo.
¿A qué viene eso entonces? Pues el público aplaude, poseído por un fervor infernal o empujado por la señal del regidor, como si tuviera algún sentido.
Situación 2:
Para los que aún no lo sepan, informo que trabajo como profesor particular por las tardes para dar clases de refuerzo a algunos chicos del barrio. Hoy, dando clase a un peque de segundo de ESO, me comenta, mosqueado, que ya no tiene clases de plástica ni de tecnología para poder dar Educación para la Ciudadanía, insistiéndome en que lo que han dado hasta ahora es estúpido y aburrido.
Le pido el libro y le echo un vistazo al índice. Todo tiene el esperado tufillo a LOGSE, pero una vez pasados los temas relacionados con el "yo", la identidad, la autoestima, y los que lo están con la democracia, los derechos humanos y demás (importantes pero transversales y, por tanto, innecesariamente colocados en una asignatura concreta), el libro llega a los aspectos sociales.
El primer apartado del tema está dedicado a decir "vivimos en sociedad y eso da lugar a algunas diferencias". La primera diferencia tratada en el temario es la de género, y se le dedican cuatro caras con bastante texto; luego es el turno de la diferencia entre heterosexuales y homosexuales, dos caras con menos texto; luego entre religiones, una cara; luego entre etnias; y, finalmente, con un texto irrisoriamente pequeño (una cara y menos texto que la diferencia entre religiones) para la importancia que tuvo en la historia del siglo XX y que tiene actualmente, entre clases sociales.
¿Y para esto el muchacho deja de aprender a montar circuitos y a resolver problemas de física básica con poleas y palancas?¿Para eso dejará de dar Ética (que es introducción a la filosofía) en cuarto de ESO?
Conclusión:
Me parece vergonzoso.
Situación 1:
Telecinco. Sábado por la noche. La Noria (lo veo en Sé lo que hicisteis). Discuten, hablando de la movida de la legislatura pasada entre ETA y el gobierno, Miguel Ángel Rodríguez (peperufo despreciable) y María Antonia Iglesias (periodista sociata soportable a ratos).
La sociata interrumpe al peperufo para llamarle mentiroso. El peperufo (molesto por la interrupción) le dice a la sociata "hoy no te has tomado la pastilla". La sociata, por algún motivo, decide que la respuesta oportuna es llamarle "machista cabrón", insistiendo varias veces. El peperufo pone fin al asunto con un "imbécil".
No quiero ni mucho menos defender a don Miguel Ángel, porque si me lo cruzara por la calle creo que le pegaría un par de leches por las cabronadas que le he oído en otras ocasiones, pero doña María Antonia se ha pasado siete pueblos y medio.
En el mundo donde vivo, y creo que no está muy alejado (al menos en esto) del real, con la frase "hoy no te has tomado la pastilla" el peperufo estaría llamando a la sociata o "vieja" o "loca" o tal vez las dos cosas. En ningún caso se refiere a su condición de mujer y mucho menos implicando que ella sea inferior por ese motivo.
¿A qué viene eso entonces? Pues el público aplaude, poseído por un fervor infernal o empujado por la señal del regidor, como si tuviera algún sentido.
Situación 2:
Para los que aún no lo sepan, informo que trabajo como profesor particular por las tardes para dar clases de refuerzo a algunos chicos del barrio. Hoy, dando clase a un peque de segundo de ESO, me comenta, mosqueado, que ya no tiene clases de plástica ni de tecnología para poder dar Educación para la Ciudadanía, insistiéndome en que lo que han dado hasta ahora es estúpido y aburrido.
Le pido el libro y le echo un vistazo al índice. Todo tiene el esperado tufillo a LOGSE, pero una vez pasados los temas relacionados con el "yo", la identidad, la autoestima, y los que lo están con la democracia, los derechos humanos y demás (importantes pero transversales y, por tanto, innecesariamente colocados en una asignatura concreta), el libro llega a los aspectos sociales.
El primer apartado del tema está dedicado a decir "vivimos en sociedad y eso da lugar a algunas diferencias". La primera diferencia tratada en el temario es la de género, y se le dedican cuatro caras con bastante texto; luego es el turno de la diferencia entre heterosexuales y homosexuales, dos caras con menos texto; luego entre religiones, una cara; luego entre etnias; y, finalmente, con un texto irrisoriamente pequeño (una cara y menos texto que la diferencia entre religiones) para la importancia que tuvo en la historia del siglo XX y que tiene actualmente, entre clases sociales.
¿Y para esto el muchacho deja de aprender a montar circuitos y a resolver problemas de física básica con poleas y palancas?¿Para eso dejará de dar Ética (que es introducción a la filosofía) en cuarto de ESO?
Conclusión:
Me parece vergonzoso.
4 comentarios:
Yo tampoco puedo con el Miguel A. Rodríguez, no comprendo cómo pudo llegar a ser ministro, igual que la Maleni. Son cosas que no entenderé nunca.
machista, malinformado (hay otros manuales, y por mucho que ser antiPSOE pueda ser divertido, hay otras cosas en la vida - y otros manuales)
...y caraculo.
Ser antiPSOE no es divertido, es conservar la dignidad de la izquierda española.
Y sé que hay otros manuales, pero por muy simpáticos que puedan resultar (y el de Carlos Fernández Liria, por ejemplo, me lo parece) siempre me llevan a pensar lo mismo: son temas transversales y no hace falta cargarse otras asignaturas para impartirlos.
En cuanto a lo de caraculo, no puedo defenderme. Es absolutamente cierto que las orugas tenemos una distinción nula entre el derecho y el revés. No es insulto, entonces, sino un mero juicio analítico del que podrías haber prescindido, anónimo (igual que de tu condición, porque no me como a nadie que ponga su nombre).
Lo siento, pero estoy tan ofendido que me he quedado con ganas de más.
¿Cómo te atreves a llamarme "machista", con el grave insulto que eso supone en estos tiempos?¿Qué tienen de "machistas" mis palabras?¿A qué mujer he tratado con desdén o inferioridad por el hecho de serlo?
Llámame comunista, coño, que para ti supongo que será igual de insultante y a mí me reconfortaría.
Argumenta y descúbrete, anónimo, o por lo menos sé un buen cobarde y desaparece del todo en vez de esconderte.
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