Crónicas concertanas - Melibea&more

De nuevo Sala Live!. De nuevo Melibea. De nuevo voy solo al concierto. Llego allí a las 8 y poco después de repetir mi numerito preferido del transporte público, es decir, pasarme la parada y tener que volver en el tren que va en sentido contrario.
Cuando llego allí, encuentro a Jabu, colega y uno de los guitarristas de Melibea, fuera con el resto del grupo. No saludamos y esas cosas (¿cómo es posible que nunca me acuerde de su cara de una vez para la siguiente?), y luego pasamos.
El concierto tiene cuatro grupos: Mala Idea, Oferta Especial, Melibea y Delito y medio; en ese orden. Los dos grupos que les preceden son la leche, muy punkarrosos, con canciones muy pogables (una versión, por ejemplo, de Cualquier día de Piperrak), y luego llegan ellos.
Como la otra vez, su directo resulta cojonudo. Consiguen mover al personal, sobre todo con el popurrí de versiones que hacen; consiguen que todo el mundo se quede contento porque conoce por lo menos una de las miniversiones. En cuanto a sus canciones, las ha habido clásicas (Ayúdame y No volveré), las ha habido más recientes (Mentes en blanco y negro, Otra canción) y luego alguna que quizás esté en el disco pero que, como aún no he tenido tiempo de escucharlo (lo he comprado hoy allí, y también una camisetilla), pues no la conocía.
Acabo, como siempre, con el recuento de cosillas.
Lo mejor: Verlos tocar otra vez, los poguetes, los miembros del grupo (que son todos majísimos), que el sonido ha estado bastante bien controlao, la sala (que es la leche en polvo), que no traigo mucho olor a tabacazo, que ya tengo el disco y la camiseta, que no he vuelto muy tarde y me ha dado tiempo a escribir esto antes de acostarme, que me lo he pasado de puta madre (falta me hacía) y gracias a eso será la segunda noche consecutiva después de una semana que podré acostarme con una sonrisa.
Lo peor: Los pogueros desconsiderados que tienen más peligro de un enfermo de parkinson haciendo de neurocirujano con una llave inglesa, que no haya podido quedarme a escuchar a Delito y medio (estaba demasiado cansado), que no he podido echar una pezuña-merchandising a los otros grupos (presupuesto limitado), que (a no ser que mi vida deje de repetirse en ciclos) no volveré a ver a Melibea en concierto hasta dentro de más de un año (y si no me parten el labio por el camino, como me pasó la primera vez), y que no me hago coleguitas entre los fans del grupo y así no hay quien vaya solo a los conciertos.
Personalidades que asistieron: Una chica muy graciosa que estaba en primera fila viviendo a tope los conciertos, los amiguetes de Melibea que me sonaban del otro concierto, un tio con gafas con el que bailé pogo un rato, otra chica con la que también me pegué un par de veces (y el sonao que la cogió en brazos y la zarandeó dentro del pogo para pegar a los demás), los miembros de los otros grupos que formaban parte del público en ese momento, y, dentro de las que no asistieron pero sí vinieron conmigo porque son encantadoras, Valentina y sus amigas (por un lado) y Carmen (por otro).