Pues resulta que he ido hoy con mi querida Violeta a Carabanchel, a la Sala Tarambana, para ver Desde arriba, la obra de teatro que ha dirigido mi señora madre.
Está mal que vaya yo por el mundo diciendo que la obra es una maravilla y todas esas cosas porque es barrer para casa y no me parece objetivo; pero como el señor Haro Tecglen no va ha hacer la crítica (primero porque está muerto y segundo porque no me lo imagino buscando la obra más desconocida que representen en el teatro más pequeño de Madrid), pues tendré que hacerlo yo.
Lo bueno del asunto es que no me va a hacer falta mentir, porque la obra está estupenda.
Los dos actores (majísimos, por cierto), representan, a lo largo de poco más de una hora, once situaciones interrelacionadas que construyen una crítica política mordaz, inteligente, y que no se casa con nadie. Se trata de un trabajo muy interesante, ya que ambos han tenido que esforzarse para conseguir crear dos o tres personajes cada uno, sirviéndose de unos cambios mínimos de vestuario y, por tanto, de todo su talento interpretativo (que no es poco, la verdad).
Creo que no tengo lectores madrileños que no sepan ya que la obra existe, pero por si acaso yo recuerdo que estará en la Sala Tarambana hasta el día 16 de Febrero, los sábados por la noche. Parece que la entrada es barata y con consumición incluída, así que no se podrán quejar los bolsillos.
Nota para los lectores: la próxima parada será la presentación del libro de Gabriel Albiac el jueves en el Círculo de Bellas Artes, contando con la inigualable presencia de la sita Espe/Aguirre o la cólera de Dior. A ver si me dejan dar la lata...
Está mal que vaya yo por el mundo diciendo que la obra es una maravilla y todas esas cosas porque es barrer para casa y no me parece objetivo; pero como el señor Haro Tecglen no va ha hacer la crítica (primero porque está muerto y segundo porque no me lo imagino buscando la obra más desconocida que representen en el teatro más pequeño de Madrid), pues tendré que hacerlo yo.
Lo bueno del asunto es que no me va a hacer falta mentir, porque la obra está estupenda.
Los dos actores (majísimos, por cierto), representan, a lo largo de poco más de una hora, once situaciones interrelacionadas que construyen una crítica política mordaz, inteligente, y que no se casa con nadie. Se trata de un trabajo muy interesante, ya que ambos han tenido que esforzarse para conseguir crear dos o tres personajes cada uno, sirviéndose de unos cambios mínimos de vestuario y, por tanto, de todo su talento interpretativo (que no es poco, la verdad).
Creo que no tengo lectores madrileños que no sepan ya que la obra existe, pero por si acaso yo recuerdo que estará en la Sala Tarambana hasta el día 16 de Febrero, los sábados por la noche. Parece que la entrada es barata y con consumición incluída, así que no se podrán quejar los bolsillos.
Nota para los lectores: la próxima parada será la presentación del libro de Gabriel Albiac el jueves en el Círculo de Bellas Artes, contando con la inigualable presencia de la sita Espe/Aguirre o la cólera de Dior. A ver si me dejan dar la lata...
2 comentarios:
Compa Oruga Azul, tu madre, directora teatral, vaya lujazo artístico. Enhorabuena, por la parte que te toca, y, aunque no tendré ocasión de ver la obra, supongo, me parece muy bien que a tí te parezca buena, y, además, lo proclames. Porque sí, ¿por qué no...?
Un abrazo.
Con que eres de familia famosa. Enhorabuena a ti y a tu madre sobre todo por poder dirigir una obra teatral con lo mal que está el asunto. Le deseo que le vaya muy bien.
Un saludo.
Publicar un comentario