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13/1/08

Como en Matrix

Lo primero que quiero hacer es pediros disculpas (no sé si necesarias) o explicaros por lo menos por qué estoy escribiendo tan poquito.
En primer lugar, por algún motivo extraño dejo de pillar WiFi en mi cuarto, de forma que tengo que utilizar el ordenador conectado a Internet cuando mi hermano despega de él sus gigantescas pezuñas. En segundo lugar, la proximidad de los exámenes y la cantidad de cosas que hago a lo largo de la semana me dejan poco tiempo para reivindicar ante mi hermano el espacio que me corresponde. Ahora lo he pillado por banda y no lo suelto hasta que termine.
El caso es que esta última semana me he dejado caer por un par de sitios y he leído algunas cosas que, por tener todas ellas bastante en común, me han pegado una especie de azotaina intelectual acelerada. Y me siento como Neo hablando con Morfeo en esa tardenoche lluviosa, un poco antes de que me ofrezca las dos pastillas, y con ese recuerdo imborrable en mi cabeza de que me ha salido un bicho horrible del ombligo y de que un flipaíllo con gafas de sol que se parece al elfo de El Señor de los Anillos ha sido capaz de dejarme sin boca.
Llevo ya bastante tiempo definiéndome como una persona "de izquierdas", y criticando el capitalismo y todas esas cosas tan malas que tenemos que hacer los que somos "de izquierdas" (soy, como Neo al principio de la peli, un hacker tocahuevos).
Entonces llego a la facultad y comienzo a estudiar Ciencias Políticas, y es como si comenzara a buscar una respuesta a la gran pregunta "¿Qué es Matrix?". Y a través de diversas propuestas tengo la sensación de oír en mi cabeza "Sigue al conejo blanco"; la chica me parece fea, pero el tatuaje de su hombro es bonito y decido ir a saco.
Ahora, metáforas cinéfilas aparte, tengo que explicar de qué va el tema: el caso es que, a pesar de ser una persona que va claramente "contra el sistema", no era consciente (lo lo soy por completo aún) de hasta qué punto soy parte del propio sistema y estoy contagiado de absolutamente toda su mierda. Cuando oigo cosas como que "el capitalismo sólo surge cuando la mercancía toma un papel especial y fundamental dentro de las relaciones sociales, de forma que incluso el trabajo es mercancía", o que "existen más economías de mercado que la economía capitalista", me doy cuenta de que mi concepción del mundo económico está claramente marcada por el sistema capitalista y lo imagino todo siempre desde sus presupuestos; o cuando me explican el sistema electoral cubano, no tengo más remedio que echar pestes del propio.
Parafraseando a Fernández Liria, yo ya sabía que lo que creía un huevo era realmente una castaña, pero aún no había descubierto qué es exactamente un huevo. Y ahora que comienzo a descubrirlo, aunque me da verdadero pavor lo que puedo encontrar más allá, no lo dudo: escojo la pastilla roja.

4 comentarios:

rod dijo...

¡Qué bonito!

Has perdido tu virginidad intelectual...

A luchar, pues.

rod dijo...

(y me recuso a reconocer una metáfora relativa a Matrix como 'cinéfila')

Oruga Azul dijo...

Eso es porque eres un carca de gusto demasiado exquisito y poco dado a ver en obras que en principio carecen de profundidad (y no me parece que Matrix carezca de ella) auténticos pozos de sapiencia y filones inacabables para construir metáforas y símiles.
De acuerdo, seguro que en Eisenstein o Godard encuentras ejemplos igual de buenos, pero resulta que Matrix supera de forma exponencial el número de espectadores.

Manuel Márquez dijo...

No estoy yo muy puesto, compa Oruga azul, en la terminología y filosofía Matrix (a ver si consigo verla algún día completa y en condiciones, siquiera sea la primera de la trilogía), pero, acerca de capitalismos y sistemas, creo que es casi mejor, me temo, no darle demasiadas vueltas a tales inventos. Creo, creo...

Un abrazo.