Por fin me atreví con el grande entre grandes, Steven Seagal, y su película The Glimmer Man. En esta, como en la mayoría de películas que protagoniza, el personaje que interpreta es el de un madero medio budista que viste hortera, que suelta hostias como panes y que tiene un pasado algo turbio (en esta película fatalmente explicado y poco importante).
En esta ocasión, Seagal se enfrenta a un asesino en serie que crucifica a sus víctimas y hace dibujos con sangre en las paredes de las casas que asalta; luego la cosa se mezclará con una trama de contrabando de material nuclear ya que, el sicario encargado de eliminar a los que estorban, camufla sus crímenes como si fueran obra del asesino en serie.
¿Qué podemos destacar de esta película?
Lo primero de todo es hablar del compañero de Seagal, un poli negro que tiene el papel de secundario cómico y que podría parecer un Will Smith o un Martin Lawrence pero con menos gracia; sus rasgos característicos son que llora con Casablanca y que es alérgico al incienso (Seagal le pondrá remedio con un poco de “pene de ciervo”).
Lo siguiente es el gran cúmulo de frases y situaciones que podríamos llamar “seagalenses”:
-Un muchacho se va a suicidar, está armado y tiene rehenes en una clase (¿para qué tiene rehenes si quiere suicidarse?); Seagal dice “¿Habían tenido problemas antes con él?” “Fue detenido por drogas y estuvo visitando a un psicólogo” “Pues se equivocaron de psicólogo” (el detalle del psicólogo hará que la exmujer de Seagal y mujer actual del doctor sea asesinada por el sicario).
-Un forense, hablando de un cadáver, dice “Tiene [x tecnicismo]” y el poli negro le responde “Si no lo dices en cristiano te mataré a golpes con un diccionario”.
-PRIMER MOMENTO SEAGAL. Unos mafiosos rusos quieren matarlos, Seagal saca una tarjeta de crédito trucada que tiene una cuchilla y corta a cuatro el cuello para luego liarse a mamporros con todos los demás. Luego intenta interrogar a uno, pero el tipo no habla su idioma (más tarde demostrará que él sí habla ruso, haciendo innecesario lo que queda de escena); el madero negro dice “Déjame a mí” “¿Sabes ruso?” “Un poco” y comienza a estrellar la cabeza del ruso contra el capó de un coche, es lo que él llama “Ruso de negro”.
-SEGUNDO MOMENTO SEAGAL. Nuestro héroe va a un restaurante para hablar con un tipo del ejército (conoce su turbio pasado); primero le pega al recepcionista y después a un guardaespaldas que se pone chulo, habla con el tipo del ejército y, cuando se va a marchar, aparecen guardaespaldas hasta de debajo de los manteles para pegar a Seagal (porque les da la gana, no porque el tipo lo haya ordenado). Obviamente, comen hostias a tope y el restaurante acaba completamente destrozado (dos meses de obras, según Seagal).
-Frase del sicario: “Te mataré igual que maté a tu exmujer”.
-Frase de Seagal mientras se pega con el sicario: “Si no sabes hacer nada mejor, voy a tener que matarte”. Poco después el sicario está ensartado en la verja de la entrada de un hotel.
-TERCER MOMENTO SEAGAL. El poli negro, que tiene una herida de bala, le dice a Seagal que le deje en paz durante un tiempo mientras le venda la herida UN BOMBERO (no hay ningún incendio) con los guantes puestos (!). Seguramente que en el guión original el sicario explotaba una vez se quedaba clavado en la verja.
Finalmente, la moraleja: si tienes que cobrar a Seagal cualquier cosa, no le pidas la VISA bajo ningún concepto.
En esta ocasión, Seagal se enfrenta a un asesino en serie que crucifica a sus víctimas y hace dibujos con sangre en las paredes de las casas que asalta; luego la cosa se mezclará con una trama de contrabando de material nuclear ya que, el sicario encargado de eliminar a los que estorban, camufla sus crímenes como si fueran obra del asesino en serie.
¿Qué podemos destacar de esta película?
Lo primero de todo es hablar del compañero de Seagal, un poli negro que tiene el papel de secundario cómico y que podría parecer un Will Smith o un Martin Lawrence pero con menos gracia; sus rasgos característicos son que llora con Casablanca y que es alérgico al incienso (Seagal le pondrá remedio con un poco de “pene de ciervo”).
Lo siguiente es el gran cúmulo de frases y situaciones que podríamos llamar “seagalenses”:
-Un muchacho se va a suicidar, está armado y tiene rehenes en una clase (¿para qué tiene rehenes si quiere suicidarse?); Seagal dice “¿Habían tenido problemas antes con él?” “Fue detenido por drogas y estuvo visitando a un psicólogo” “Pues se equivocaron de psicólogo” (el detalle del psicólogo hará que la exmujer de Seagal y mujer actual del doctor sea asesinada por el sicario).
-Un forense, hablando de un cadáver, dice “Tiene [x tecnicismo]” y el poli negro le responde “Si no lo dices en cristiano te mataré a golpes con un diccionario”.
-PRIMER MOMENTO SEAGAL. Unos mafiosos rusos quieren matarlos, Seagal saca una tarjeta de crédito trucada que tiene una cuchilla y corta a cuatro el cuello para luego liarse a mamporros con todos los demás. Luego intenta interrogar a uno, pero el tipo no habla su idioma (más tarde demostrará que él sí habla ruso, haciendo innecesario lo que queda de escena); el madero negro dice “Déjame a mí” “¿Sabes ruso?” “Un poco” y comienza a estrellar la cabeza del ruso contra el capó de un coche, es lo que él llama “Ruso de negro”.
-SEGUNDO MOMENTO SEAGAL. Nuestro héroe va a un restaurante para hablar con un tipo del ejército (conoce su turbio pasado); primero le pega al recepcionista y después a un guardaespaldas que se pone chulo, habla con el tipo del ejército y, cuando se va a marchar, aparecen guardaespaldas hasta de debajo de los manteles para pegar a Seagal (porque les da la gana, no porque el tipo lo haya ordenado). Obviamente, comen hostias a tope y el restaurante acaba completamente destrozado (dos meses de obras, según Seagal).
-Frase del sicario: “Te mataré igual que maté a tu exmujer”.
-Frase de Seagal mientras se pega con el sicario: “Si no sabes hacer nada mejor, voy a tener que matarte”. Poco después el sicario está ensartado en la verja de la entrada de un hotel.
-TERCER MOMENTO SEAGAL. El poli negro, que tiene una herida de bala, le dice a Seagal que le deje en paz durante un tiempo mientras le venda la herida UN BOMBERO (no hay ningún incendio) con los guantes puestos (!). Seguramente que en el guión original el sicario explotaba una vez se quedaba clavado en la verja.
Finalmente, la moraleja: si tienes que cobrar a Seagal cualquier cosa, no le pidas la VISA bajo ningún concepto.
2 comentarios:
ay madre xD así me gusta, el dialogo ante todo ^^
sé que todo eso es horrible, pero no se puede comparar con... escuchar a Seagal cantar! waaaaah
me he quedado un poco O.o con lo del incienso.. creo que no quiero ni saberlo xD
un poquito de Paz y Amor anda..
no es bueno que te pongas malo, que te da por ver pelis malas xD
Dios mío. Quiero decir... ¡por Chuck! Esta tengo que verla. Aunque me cueste el cariño de mi familia y la amistad de mis colegas. Creo que ya tenemos casi repleto el número que viene de Episkaia... Cuánto arte junto, la madre que me parió.
Un saludo, artista.
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