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10/1/11

De Arizona a París

Lo que voy a escribir es posiblemente una tontería, pero me parece una coincidencia tan estrambótica que pasarla por alto resulta imperdonable. Comencemos, como debe ser, por el principio:

Hace dos días, en Arizona, una congresista del Partido Demócrata está haciendo un poco de campaña de barrio, hablando con sus electores. Un sonao' de 22 años (Jared Lee Loughner) se lía a tiros y, además de llevarse por delante a otras personas que "pasaban por allí" (incluida una pobre niña de nueve añitos), le encaja un tiro en el cráneo a la buena señora.
Todo estaría dentro de lo normal, teniendo en cuenta el estado mental en que se encuentra una proporción importante de la población gringa, de no ser porque da la bendita casualidad de que Sarah Palin, durante la última campaña, montó un numerito pseudo-militar en su página web, proponiendo una lista de rivales demócratas a los que era necesario eliminar (todo con puntos de mira y tal).
Total, que el sureño, que tiene cara de "mis padres son primos, y yo tan normal", pues ya no es simplemente el típico yankee desequilibrado, sino que puede resultar un lerdo sureño politizado gracias al cometarros del Tea Party.
Las primeras notas de prensa, claro, reflejando el espíritu general del país, pues dicen con mucha tranquilidad que el muchacho está loco. Ahora bien, aunque posiblemente no está muy bien del tarro, es un punto de manual de primero de carrera que despolitizar una acción violenta con contenido político se puede hacer: [a] criminalizando (ejemplo: las FARC no es una guerrilla campesina, sino un club de narcotraficantes), [b] arrebatando al actor su capacidad de juzgar (ejemplo: está loco o, para nosotros los "occidentales", es un fundamentalista islámico).
Ahora bien, resulta que hay pruebas concluyentes de que a este muchacho le ponía el Tea Party, aunque fuera sólo porque encontraba atractiva a Sarah Palin, y que tenía una cierta confusión política en su pobre cabecica de sureño.
Dejando aparte las típicas tontunas de la prensa yankee con lo de los libros de cabecera de los psicópatas más célebres (El guardián entre el centeno, uno de los más frecuentes en estas listas), que ya van por ahí señalando que este niño era un "comunista nazi" que leía el Manifiesto Comunista por las mañanas y Mi lucha por las noches*, la verdad es que están saliendo a la luz datos interesantes acerca de este muchacho y lo que se le pasa por la cabeza.
El caso es que, una vez más, como buen "loco" tiene su puntito de genialidad (empiezo a pensar en Ignatius Reilly...), y Público citaba una brillante frase de este chico:

No, no voy a pagar la deuda con una moneda que no está respaldada por el oro y la plata. No, no voy a confiar en Dios.


Tiene tanto jugo que merece que nos paremos dos segunditos y analicemos lo que dice. De la primera frase, me gustaría resaltar la idea de la deuda y la del respaldo por el oro y la plata. Este chico "sabe" que su país se cae económicamente a cachos; este chico "sospecha" que Europa también se cae económicamente a cachos; este chico "deduce" que hay algún país que no se cae económicamente a cachos, que no es exactamente un buen amigo y que nuestro destino está prácticamente en sus manos (China). Este chico "sabe" que su país ha alcanzado su posición hegemónica (y también sus niveles de deuda) gracias a una emisión constante de billetes que, desde los años 70, se ha descontrolado (y ya estaba descontrolada antes) porque el dólar ya no es convertible en oro. China se aprovecha de eso, y tiene a su país (y a nosotros también por el camino) cogido por los cataplines.
Segunda parte de la frase: confiar en Dios. "Confiar en Dios" significa aceptar que los tipos de cambio sigan siendo flexibles y que la integridad económica de EE.UU. dependa de los chinos. Ahora bien, si la economía de EE.UU. pende de un hilo es porque EE.UU. se lo lleva buscando desde después de la II Guerra Mundial, y desde luego desde la ruptura de Bretton Woods. Conclusión: fueron los propios EE.UU. los que decidieron "confiar en Dios" y dieron lugar a un crecimiento hipertrófico de los mercados financieros que ha culminado con el cristo económico que tenemos ahora.

Brillante, ¿no?

Pues ahora viene la conexión divertida: Obama y Sarkozy se reúnen para discutir los temas prioritarios de la presidencia francesa del G-8, que pasan por la generación de un nuevo acuerdo internacional que cree un tipo de cambio fijo o casi fijo.

*Nota: esa manía de juntar "to' lo malo" (y concretamente esas dos maldades), ya ha sido mencionada aquí en más de una ocasión. El mejor ejemplo es el del infame Dieter Brandau (Libertad Digital), que, a cuento de una carta de ETA (creo recordar) dijo lo siguiente:

"Este es el mejor prototipo de pasquín nazi extremista del comunismo del Stalin más bastardo".

Alucina pepinillos.


1 comentario:

Marcos dijo...

Oruga Azul me ha pedido que os comunique que se ha mudado a la siguiente dirección: http://fairandfoul.wordpress.com/
Pues blogger no llega a Turquía