"No es lo mismo libertad que libertinaje"

Comienzo con esta preciosa frase de un "Cuéntaselo a Asun" aunque no estoy seguro de que el sentido acompañe totalmente a la reflexión que contiene esta entrada...

La historia comienza cuando, a media tarde, escribo un correo a Émilie donde menciono una horterada de canción cantada por Kate Ryan que se le ocurrió ponernos como ejercicio a mi profesora de francés de 3º de ESO... La cancioncica era Libertine. Y el video, como se puede apreciar, es sutilmente erótico y acompaña a una letra que insinúa bastante más de lo que se atreve a escenificar realmente esta celebridad del chundachunda semimelódico contemporáneo.

Sin embargo, Émilie me ha descubierto que lo que hace nuestra amiga Kate Ryan es una versión de un "clásico" de Mylene Farmer, cuyo vídeo (aparte de ser maravilloso y MUCHO mejor), es absolutamente más explícito y le da a la letra una intencionalidad absolutamente más potente.

Este descubrimiento me lleva a sentenciar lo siguiente:
Estamos en una época de libertinaje en la que una tía buena con pantalones apretados y alma mojigata puede cantar "Libertine" sin transgredir ninguna norma, y en la que una profesora de francés puede atreverse a poner la canción a unos adolescentes sin que nadie proteste (sobre todo porque la letra es sutil y porque los mismos padres cazurros que podrían quejarse son los mismos que no hablan francés).
Al mismo tiempo, sin embargo, es posible afirmar que el libertinaje de hoy no es más que la mala copia, mercantilizada y vaciada de contenido, del que había ayer. El de ayer era un libertinaje necesariamente vinculado a una búsqueda de (una lucha por) la libertad, y es el que le dio a Mylene Farmer el corage de filmar un videoclip como el que os he mostrado.