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11/12/08

Obélix y compañía

1. Planteamiento de la historia (pp. 5 a 13)

La experiencia me enseña que muchas veces las historias en apariencia más simples son las que tienen mayor capacidad explicativa de la realidad cuando se trata de simplificar, sintetizar y abstraer. Obélix y compañía es, posiblemente, uno de esos ejemplos; de forma breve y divertida nos muestra cómo los romanos intentan debilitar a los galos siguiendo la estrategia propuesta por Cayo Coyuntural: “el afán de lucro, el oro”, será “lo que les debilitará y les ocupará”; quiere “convertirlos en decadentes”.

Donde la fuerza falla, pues, promete el triunfo del dinero. Convertirá a los galos en seres tan decadentes como los consejeros de César.

2. La creación de las mercancías (pp. 14 a 17)

Coyuntural sorprende a Obélix en el bosque y habla con él sobre sus menhires. Se interesa por la cantidad de menhires que “reparte” (que es reducida) y averigua que no los vende; los menhires no tienen “valor”, sino que “habitualmente [Obélix] los cambia por otra cosa”.

Coyuntural ofrece a Obélix doscientos sestercios. El menhir contiene una cantidad determinada de trabajo, un valor, al que coyuntural asigna un precio; aún así, ha de convencer a Obélix de la importancia del dinero, que sirve para “comprar” otras cosas.

Obélix, que antes apenas trabajaba y vivía plácidamente, vuelve al poblado y, cuando Astérix le ofrece ir a cazar, responde furioso: “¡Tengo trabajo!¡He de hacer un menhir!”. Al día siguiente, lleva al romano otro menhir y recibe el doble de dinero; Obélix no entiende la “subida de los precios” y mira al cielo intentando encontrar la respuesta, Coyuntural le explica que “a causa de la oferta y la demanda, el mercado fluctúa”.

3. El intercambio (pp. 17 y 18)

Obélix vuelve a casa y quiere comer, pero Astérix se niega a darle jabalí, puesto que no le ha acompañado a cazar; Obélix, finalmente, utiliza su dinero para comprar el jabalí que lleva otro galo (Analgésix). “Soy comprador de todo lo que puedas repartir”; el comercio con moneda sustituye al trueque.

Dice Marx, en el capítulo segundo de El Capital: “no bien las cosas devienen mercancía en la vida exterior, también se vuelven tales, por reacción, en la vida interna de la comunidad”.

4. La contratación de trabajadores (pp. 19 a 21)

Coyuntural vuelve a subir el precio del menhir pero le exige a Obélix una mayor producción para que el precio se mantenga. El galo, que por sí mismo sólo puede fabricar un menhir por día, necesita socios/empleados.

Cuando Obélix llega al poblado, pide ayuda a Astérix, que le ignora, y entonces le asalta Analgésix, que quiere venderle su jabalí de nuevo, aunque con un incremento en el pago proporcional al de Obélix.

Obélix le ofrece a Analgésix ser su socio haciendo menhires, pero se plantea la necesidad de que alguien se encargue de cazar para ellos. Monosílabix y Radiotelégrafix son contratados con ese propósito.

El proceso se repite al día siguiente. Monosílabix y Radiotelégrafix pasan a producir menhires y, como son cuatro los que no pueden cazar, hacen falta cuatro que cacen para ellos: Lingüístix, Trastiendix, Gambalaplánchix y Cocidomadrilénix.

Aumenta rápidamente la división social del trabajo y el número de individuos sujetos a la lógica económica y a las “leyes del mercado”.

5. Rápido crecimiento económico (pp. 22 a 28)

Hasta este momento sólo los menhires eran considerados estricta propiedad privada, ahora Astérix descubre que los cazadores de Obélix consideran de su propiedad los jabalíes que van a cazar para vendérselos.

Astérix, furioso, va a reñir a Obélix y le pregunta si no estaría mejor cazando jabalíes y disfrutando como antes; Obélix responde que volverá a hacerlo “cuando haya vendido montones de menhires”.

A continuación, llega al poblado galo un mercader. Se le ofrece un trueque por pescado, pero él prefiere dinero; Obélix le compra hasta el carro y, para no dejarle sin ocupación, le ofrece trabajar para él.

Obélix utiliza el carro para llevar aún más menhires cada vez a Coyuntural; se introducen avances técnicos.

La esposa de Edadepiédrix es contratada por Obélix como sastre.

6. Aparición de la competencia (pp. 29 a 34)

Astérix decide que la mejor forma de “recuperar” a Obélix es seguir su lógica y producir menhires igual que él. Edadepiédrix, Ordenalfabétix y Esautomátix se asocian con él (creando cada uno su propia empresa) y Panorámix les proporciona la poción mágica necesaria para aumentar la producción (similar al descubrimiento de nuevas fuentes de energía).

Todo el pueblo está ya dedicado a la producción de menhires o a la satisfacción de las necesidades de aquellos que se centran en la producción de menhires (Coyuntural ha cumplido su propósito). El dinero se ha generalizado como medio de cambio y quien no lo posee no puede participar del entramado social.

Por su parte, los romanos se han encontrado con un stock de menhires con el que no saben qué hacer; ese era precisamente el plan de Astérix.

7. El beneficio y la publicidad (pp. 35 a 38)

César está horrorizado ante tal cantidad de menhires. Coyuntural, sin embargo, tiene la solución: venderlos en Roma por más dinero del que se ha pagado a los galos para no sólo recuperar la inversión sino obtener una ganancia.

Sin embargo, los menhires no tienen ninguna demanda en Roma. Hace falta una campaña publicitaria lo suficientemente buena como para crear a los romanos la necesidad de comprar algo que realmente es inútil.

El galo, en un primer momento enemigo, pasa a ser socio y ahora, sin saberlo, un empleado explotado por los romanos, que obtienen un beneficio.

8. Comercio exterior y comercio interior (pp. 38 a 40)

Aparecen en escena los productores romanos de menhires. Atraídos por los beneficios, ponen a sus esclavos a fabricar menhires y los venden más baratos. César, que quiere dominar a los galos pero que tampoco desea enfrentarse con su población, pide consejo a Coyuntural; su respuesta es clara: “hay que vender más barato para que aumente la demanda”.

9. La crisis (pp. 40 a 48)

La oferta aumenta y se diversifica. Hay una acumulación excesiva de menhires, lo que provoca un descenso brutal de los precios; no sólo terminan las ganancias sino que se producen pérdidas.

Coyuntural vuelve a la Galia, donde se siguen comprando menhires por un precio cada vez más alto, y suspende la compra de menhires, llevando la crisis hasta el origen y desmontando completamente el sistema.

Tras un primer momento de desconcierto, sin embargo, las cosas vuelven a la normalidad entre los galos. En Roma, sin embargo, la crisis continúa con una “devaluación del sestercio”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ponía triste ese comic cuando era pequeña, aunque no lo entendía, obviamente, pero me daba pena que se peleasen por dinero.

Ja..

Corpi dijo...

Por desgracia hoy estamos todos en Roma.