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18/9/08

Persépolis y Wanted

Tendría que irme a dormir, pero me resultaría imposible sin saldar esta cuenta pendiente:

¡Ya he leído Persépolis! Dije hace tiempo (en los comentarios) que no hablaría de la película hasta no leer el cómic, y por fin me lo leí entre ayer y hoy después de seis desesperantes meses con el primer tomo de Génération (sobre Mayo del 68).
El cómic, como era de esperar, resulta más completo, pero la película, con la animación, hace el dibujo de la autora bastante más interesante porque en el cómic resulta un poco soso algunas veces (otras tiene una maravillosa forma de representación del mundo).
Lo realmente interesante de la obra es que, por mucho que se la quiera presentar como anti-iraní (y lo mismo sucede con la película), su intención es otra. Evidentemente hay una profunda crítica al país (no hay otra forma), pero es igual de dura la que realiza de Europa, de forma que lo importante, en ambos casos, es saber que hay gente realmente sensata y agradable en ambos lugares que se ve condicionada por el ambiente en el que vive y por el gobierno que la representa. El cómic, por tanto, tiene la gran virtud del realismo: ni los iraníes son tan salvajes ni los europeos son tan civilizados.

Segunda parte del asunto: Wanted. Me enteré de la existencia del cómic gracias a la película. Ésta no la vi porque, al leer que el cómic era magnífico, dudé de que un filme con Angelina Jolie y dirigido por "el ruso de los efectos especiales" (y Guardianes de la Noche y Guardianes del Día no me parecieron malas películas) diera la talla.
Pues bien, el cómic, anunciado en su propia portada como "El Watchmen de los supervillanos", no es ninguna maravilla (empiezo a pensar que la película estará un poco mejor). El dibujo es increíble, pero el guión es una patraña: viajes interdimensionales que no tienen sentido, relaciones entre personajes muy poco claras, elementos muy ingeniosos pero demasiado aislados como para que formen parte de un "todo" coherente... El guionista coge algo de Matrix, un poco de Watchmen y grandes dosis de El Club de la Lucha para hacer una especie de pastiche del que se salvan los comentarios del "narrador/protagonista", esos puntos aislados que he mencionado, y la primera y las dos últimas páginas (la última viñeta es lo más cercano a una bofetada que he visto en un cómic).
La película es una interpretación del cómic más que un retrato fiel, porque la historia original es demasiado brutal como para pasarla a la gran pantalla sin escandalizar al público medio.
Nada que ver, por tanto, con la PERFECTA estructura y el INIGUALABLE desarrollo de Watchmen. El tito Alan Moore está por encima del común de los mortales.

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