Ante las peticiones de mi reducido pero exigente público lector, me veo forzado a publicar un nuevo artículo aunque no haya ningún dato que me impulse a hacerlo por iniciativa propia; por aquello de contar algo y así no ocupar todo el espacio con frases idiotas (sino sólo parte de él), me pongo a buscar en Internet noticias interesantes. Y veo que en El País on-line andan más o menos como yo: que si el musical de El Señor de los Anillos es un cagancho, que si el Jueves es el día de Internet (otro de esos inventos que los españoles consideramos nuestros, siendo los grandes ejemplos el helicóptero y el submarino), y la GRAN NOTICIA que demuestra que no tienen nada que contar, que es un estudio que determina que cuando un perro tuerce el rabo a la izquierda es que está pensando algo chungo. Por mucha base científica que tenga el estudio, me parece que son ganas de rellenar.
Y si lo hace El País, uno de los periódicos más leídos, ¿por qué no voy a hacerlo yo? Tomada la decisión, me reúno con mi equipo de investigación para determinar el tema y los detalles concretos que queremos investigar. En lo que queda de texto, los resultados:
Analizando la forma en la que decimos la hora cuando no son momentos exactos (y cinco, y cuarto, menos veinte…), encontramos un detalle curioso en el redondeo. Cuando son, por ejemplo, las cinco y tres minutos, podemos decir las cinco y cinco (redondeo de dos minutos); sin embargo, cuando son las cinco y siete decimos que son y diez (faltando tres minutos para la hora y, sin embargo, sólo se ha adelantado dos minutos al cinco). Estos desajustes han dado pie a una investigación acerca de la concepción humana del tiempo (¡uoh!¡qué filosófico!) y, teniendo en cuenta el escepticismo que me caracteriza, el desaliento ha impedido avanzar de forma significativa puesto que ni el pasado, ni el presente, ni el futuro existen realmente (el pasado depende de nuestra memoria, de un recuerdo imperfecto que no da una representación fiel de la realidad; el presente dura un instante y se convierte en pasado de forma inmediata; el futuro es fruto de nuestra imaginación y por tanto no tiene referente real).
Aún así, como lo propio es llegar a una conclusión, determino, porque me da la real gana, que ese error matemático se traslada a: 1) el redondeo del euro, 2) los retrasos en los aeropuertos, 3) la eliminación del Barça en la Liga tras perder contra el Getafe, 4) que la mala calidad de las películas sea directamente proporcional al número de guionistas que colaboran, 5) que las canciones del verano sean SIEMPRE casposas y que SIEMPRE gusten por eso (mis respetos a El Koala, es un buen músico).
1 comentario:
Me ha gustado sobretodo lo de la canción del verano, por esa relación que tiene con el paso del tiempo.. (será que cuando las escuchas el tiempo se te hace intermiable y tal O.ó)
quizá el movimiento del rabo del perro tenga algo que ver también en cómo interpretamos el tiempo,
pero esa investigación dejémosela a El Mundo ^^
jo, no soy exigente... pero qué es un blog sin alguien que pida actualizaciones?
ajá
nada
pierde su sentido básico u.u
psche
me voy a estudiar..
:$
Saluditos ^^
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